Calesita

viernes, 29 de julio de 2016

El fin del recogimiento


La naturaleza humana fue dañada por el pecado original, a partir de entonces, existen tendencias desordenadas en ella. Una de ellas es vivir descontroladamente hacia todo lo que sucede por fuera de la persona. Es el estar siempre pendiente de todo lo que sucede, como una extroversión carente de toda intimidad. Hoy constatamos esta tendencia, cuando vemos a todos los que viven con auriculares. Viven hacia afuera huyen de su interior.
LA PAZ INTERIOR. – Desde este punto de vista, el recogimiento es lo opuesto, un silencio interior y este silencio es un producto de la Paz interior de la persona.
Cuando se pierde la Paz interior, se busca la disipación.
Cuando vivimos siempre hacia afuera de nuestra persona, marcamos el fin de nuestro silencio personal.
EL RITO EXTROVERTIDO. – Si llevamos este plano a la piedad, hoy constatamos que el Novus Ordo del Gran Arquitecto litúrgico, Mons. Aníbal Bugnini, es un rito plenamente extroverdido, carente de intimidad. Con esto no decimos que no tenga algún que otro pasaje de introversión, pero llevado a la práctica, se busca eliminar todo recogimiento. Es que el Novus Ordo y su mutación permanente, está definitivamente matando el recogimiento.
LA PIEDAD ICONOCLASTA. – Los iconoclastas protestantes con su griterío, a micrófono abierto, ignoran el recogimiento. En saga le van los sacerdotes educados en el neomodernismo, pues como dicen los detractores del Novus Ordo, la nueva Misa está protestantizada.
¿Acaso los iconoclastas protestantes son el ideal de la piedad? Todo lo opuesto, son sus destructores natos, sobretodo con sus feroces prejuicios pseudobíblicos.
Por ello no imitamos a los iconoclastas protestantes como hace Bergoglio, y hacemos todo lo opuesto a lo que este papa nulo acostumbra hacer, porque carece de juicio crítico.
ENSEÑANZA TRADICIONAL. – Afirma Lehodey:
Santa Teresa, tratando de la oración vocal, o más bien de la oración vocal meditada, y partiendo del principio de que Dios está en el alma justa como en un magnífico palacio o en un pequeño paraíso, encarece la oración que llama de recogimiento activo. Cerrando los ojos del cuerpo, el alma recoge sus potencias y entra dentro de sí misma con su Dios, no dejando de mirarle interiormente, mientras sus labios pronuncian piadosas plegarias; y persuadida de que su Majestad está muy cerca, y de que no es menester hablar en alta voz, háblale con amor y sin ruido, como a su Padre, Hermano, Esposo y Señor. 1
Del texto se desprenden varios conceptos.
1. El recogimiento, que viene del verbo recoger, consiste en darle una unidad al desorden interior del hombre.
2. Se recogen los sentidos, la inteligencia y la voluntad, y se dominan los sentimientos.
3. Se pone de manifiesto un propósito: fijar la atención en Dios.
4. Dios no se encuentra en el infinito, lejos del alcance del hombre, sino dentro de cada persona.
5. El recogimiento lleva a la Paz del alma.
Una vez realizado este camino, puede la persona iniciar su oración.
LOS OJOS INTERIORES. – En otras palabras, para el recogimiento es necesario cerrar los ojos del cuerpo, como metáfora para anular el mundo exterior todo lo que sea posible, para poder mirar hacia el interior del alma.
De este modo se abren los ojos del alma, y allí se ve a Dios, lo cual trae la Paz al corazón.
SILENCIO vs “ACTUOSA PARTICIPATIO”. – ¿Cómo se produjo esta muerte de la paz interior? Muy simple. El Vaticano II, ordena hacer de la Liturgia una “actuosa participatio”. No por nada la palabra actuosa en la SC. 2 aparece 13 veces. Significa que los Padres Conciliares veían la piedad de los fieles en 1960, como algo pasivo; pues si no es activa, es pasiva. Por su parte el concepto de actuosa participatio (participación activa) lo hallamos retratado 10 veces 3.
DOBLE LENGUAJE. – Como todo documento del Vaticano II, la SC es uno de los que más peca de doble lenguaje, pues mientras se buscaba desesperadamente una oración hacia afuera de la persona, aparece también un reflejo del interior de ella:
Los pastores de almas fomenten con diligencia y paciencia la educación litúrgica y la participación activa de los fieles, interna y externa, conforme a su edad, condición, género de vida y grado de cultura religiosa, cumpliendo así una de las funciones principales del fiel dispensador de los misterios de Dios y, en este punto, guíen a su rebaño no sólo de palabra, sino también con el ejemplo. 4
¿Qué es la participación activa interna y externa? ¿Acaso existe una participación que es pasiva? ¿Acaso la externa no es interna? ¿O es que la interna no es participación? Un verdadero lenguaje de acertijos.
HERMENÉUTICA POSTCONCILIAR. – En la hermenéutica posterior, a este doble lenguaje de la SC los sacerdotes neomodernos, en su mayoría pésimamente preparados, contemplan el silencio personal, como una falta inaudita de participación. La gente está en silencio, hay que hacer algo para que participen. Esta es la mentalidad mediocre de los nuevos sacerdotes. De allí que si sabemos observar lo que se hace en las misas modernistas del Novus Ordo, veremos que el silencio no existe o es la excepción.
SIGUE EL DOBLE LENGUAJE. – Veamos ahora este otro pasaje de la SC:
Para promover la participación activa se fomentarán las aclamaciones del pueblo, las respuestas, la salmodia, las antífonas, los cantos y también las acciones o gestos y posturas corporales. Guárdese, además, a su debido tiempo, un silencio sagrado. 5
Se comienza hablando promover la participación activa y se termina con lo opuesto: un silencio sagrado. Algo típico del lenguaje conciliar, comenzar con una idea y terminar con su contraria, armonizándolas de tal modo, que parezcan naturales.
ACTUOSA PARTICIPATIO” EN PERFECTO SILENCIO. – Yo puedo tener una actuosa participatio estando en perfecto silencio. Pero el Vaticano II, en su hermenéutica del doble lenguaje, pretendió borrar el silencio interior y reemplazarlo por la verborragia. En este Art. 30, hallamos la base para la piedad coribante de los carismáticos donde el carisma brilla por su ausencia. En ellos el silencio fue reemplazado por la danza pagana.
Insistimos, hoy se reza con el cuerpo, no se sabe rezar con el alma, y uno de las causas es que algunos sacerdotes neomodernos, no saben a cierta cierta, si existe un alma espiritual y eterna. Por ejemplo, Bergoglio la niega 6, y para colmo, los obispos argentinos piden que lo apoyemos.
ORDEN INTERNO BÁSICO. – El recogimiento, es en principio, un orden interno. Sin este orden que es básico, nada puede hacerse, pues sobre él se construye todo. Por el contrario la actuosa participatio es un virtual orden externo. Digo virtual, pues no se puede tener un orden externo cuando se adolece del orden interno. ¿Tal vez esto quería decir el enigmático Art. 19?
UN EJEMPLO. – Esto nos lleva a considerar ciertas actitudes del rito latino, que armonizaban ambos órdenes. Por ejemplo la oración del Padrenuestro o mejor dicho, del Pater Noster, la rezaba el sacerdote en voz alta, pues la seguía el fiel en profundo silencio interior, cerrando con un final comunitario:
Sacerdote: Et no nos inducas in tentationem.
Fieles: Sed libera nos a malo. Amen.
Hoy, en la misa neomoderna, hacen como los iconoclastas protestantes, se toman de la mano, o ponen los brazos en cruz, pues ya dijimos que es una Misa protestantizada, la cual llega al colmo del protestantismo, cuando se hace como estos iconoclastas: comulgar con la manos.
El recogimiento, es lo que en el cristianismo oriental, recibe el nombre de hesiquia, (ἡσυχία), la cual es toda una concepción tradicional de la forma de orar. Occidente, también tuvo esta concepción, hasta..., hasta que llegaron los “bandoleros” que interpretaron el Vaticano II.
El fin del recogimiento en la única ceremonia litúrgica que quedó en pie los días sábado y domingo, es otro gran fruto del Concilio Vaticano II.

1 Dom VITAL LEHODEY, Abad Cistercienee de la Trapa de Bricqucbec. LOS CAMINOS DE LA ORACIÓN MENTAL, Pág. 29.
2 Sacrosanctum Concilium.
3 SC. Artículos 14; 19; 21; 27; 30; 41; 50; 79; 114; 121.
4 SC. Art. 19.
5 SC. Art. 30.
6 Cfr. Denzinger-Bergoglio.

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