Calesita

viernes, 18 de noviembre de 2016

Acorralado

Dijimos en su oportunidad, que la Revolución Vaticana, esta revolución de los conspiradores de San Galo, se basaba en el lenguaje oriundo de la acción. Esto tiene sus consecuencias, las cuales son imposibles de eludir.
LA ESTRATEGIA BERGOGLIANA. – El genio de Bergoglio (alias Francisco), generó un documento, Amoris Lætitia (para sus oponentes: “Los amores de Leticia”). Todo su esfuerzo se dirigió para llevar la comunión a los divorciados, pero su genio tropezó con su falta total de ideas, pues toda su genialidad se basa en la acción, sin una pizca de ideas sólidas o doctrinarias, a las que menosprecia llamándolas ideas abstractas. De allí que Los amores de Leticia, se escribieron (pues existe más de un autor), con un doble lenguaje, para que se hiciera lo que los ingenuos obispos de Buenos Aires se comprometieron realizar, por supuesto con todas las bendiciones bergoglianas del caso.
Ocurre que el mundo no es Buenos Aires, algo que este pobre porteño parece no haberse percatado. Este es un planteo similar al Vaticano II, donde se inauguró el doble lenguaje para que cada uno tome la iniciativa en su propio lugar y lleve adelante lo que el Vaticano II no se atrevió decir. Lo dijimos, ya no vivimos los tiempos de la Primavera del 60. Todo ha cambiado. Si el doble lenguaje fue un suceso por entonces, hoy puede ser un fracaso, y es lo que comenzamos a observar.
EL PLANTEO DE CUATRO CARDENALES. – Al brillante doble lenguaje de Los Amores de Leticia, se le plantaron cuatro cardenales de peso pesado, y plantearon sus dudas (los “dubia”) para que Bergoglio (alias Pancho), los aclare. Rorate Cæli los sintetiza de este modo:
La carta con 5 cuestiones a aclarar (“dubia”) fue firmada el 18 de septiembre por cuatro cardenales: el italiano Carlo Caffarra, emérito de Bolonia, el americano Raymond Burke, emérito de Saint Louis y ex presidente del tribunal de la Signatura Apostólica, y los alemanes Walter Brandmüller, eminente historiador y emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, y Joachim Meisner, emérito de Colonia. Fueron enviadas junto con una carta. 1
SIN RESPUESTAS. – Por supuesto el tiempo pasó, sin que el genio del gran Pancho responda. El conspirador, se siente muy bien nadando en los tiempos de las intrigas; pero odia salir a la Luz, tal como actúa un ángel caído. Motivo por el cual, la carta dirigida a su persona, junto con los dubia se hicieron públicos en esta última semana, por cuatro cardenales firmantes.
INSÓLITO CONSISTORIO. – Ocurre que este sábado se desarrolla en Roma un evento de importancia. El vaticanista Marco Tosatti lo describe del siguiente modo:
El sábado se llevará a cabo un extraño Consistorio. Extraño porque, a diferencia de las otras dos ocasiones anteriores, el Pontífice no verá los cardenales reunidos en Roma en los días previos.
Un consistorio para la creación de los nuevos purpurados es un evento muy especial en la vida de la Iglesia; también porque todos los cardenales que lo pueden hacer vienen a Roma en esta ocasión, para darle solemnidad al evento en el cual se crean los nuevos príncipes de la Iglesia, los especiales colaboradores y asesores del Papa.
Es también una ocasión especial para el Pontífice; para ver reunido a su alrededor el Colegio, incluyendo aquellos que rara vez vienen “ad limina Apostolorum”, para recibir información, intercambiar ideas y percepciones, y enviar mensajes.
Así fue en las dos rondas anteriores con la creación de cardenales en el reino del Pontífice reinante. 2
Como el lector puede observar, al genio del gran Pancho le han sucedido estas contrariedades:
1. Es su obligación responder a los dubia, si se cree papa; pues para esto Jesucristo instauró el papado; pero ocurre lo siguiente, tal como lo relata Pio Pace desde Rorate Cæli:
Después de Amoris Laetitia, se esperaba la reacción de los cardenales que durante el tiempo de los sínodos habían hablado en contra de la nueva doctrina moral prefabricada. Aquí está: cuatro de ellos han elegido hacer públicas las dudas (dubia) que presentaron formalmente al Papa unos meses atrás. Es un verdadero terremoto – de naturaleza moral. Cuatro miembros del propio senado del Papa (me han dicho que los que presentaron, pero no desearon hacerlo público, fueron más numerosos) le presentaron preguntas sobre la fe y la moral, según el procedimiento de la dubia, que deben ser respondidas: ya sea positivamente (sí) o negativamente (no) – con modulaciones de ser necesario, pero deben ser respondidas. Y el Papa hizo saber a los cardenales que NO LAS RESPONDERÍA. En verdad, este es el silencio que hace temblar la tierra. 3
2. Nuestro querido Pancho no puede responder los dubia, porque si lo hace, toda su estrategia del doble lenguaje para promover lo que no quiso decir, ni sabe como imponer, caería como un castillo de naipes.
Si responde con un pensamiento afirmativo de dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar, se le arrojarían encima gran parte del cardenalato y estaríamos a las puertas de un cisma formal; por el contrario, si se pone de parte de los cardenales que lo objetaron, dejaría pagando a los ingenuos obispos de Buenos Aires que tomaron la iniciativa en su nombre; todo esto, sin contar que la Revolución de estos conspiradores se vería frente una gigantesca batalla perdida.
3. Esto hace a la gravedad del hecho, que así lo resume Rorate Caeli:
Jamás habían solicitado públicamente a un Papa que clarifique un asunto muy sensible (su deber de enseñar) con un contenido más sensible aún (su documento más importante) sus propios cardenales, jamás desde la Contra-Reforma. Es increíble: ciertamente nunca visto en tiempos modernos. 4
4. Es indudable que el viejo conspirador y junto con él, toda la Revolución Vaticana, han perdido la iniciativa y se encuentran en un callejón sin salida, pues ellos mismos son los torpes que cerraron con su proceder, todas las puertas. De este modo, solos se han aislado del resto de la iglesia.
5. Bergoglio, el gran Pancho, ha quedado acorralado dentro de sus mismos cardenales, y ya no da la cara, motivo por el cual ha comenzado por aislarse.
6. Como se puede deducir, a la Revolución Vaticana se la combate con la doctrina, como lo han hecho estos cuatro cardenales, y como lo ha hacho desde siglos, la Santa Madre Iglesia.
Este episodio, como es de esperar, marca un antes y un después dentro de todos los acontecimientos vaticanos. ¿Hasta dónde tendrá Bergoglio la osadía de avanzar?, no podemos imaginarlo; pero la vergüenza es lo que estos revolucionarios y conspiradores han perdido por completo.


1 http://adelantelafe.com/explosivo-cuatro-cardenales-solicitan-oficialmente-al-papa-francisco-clarifique-amoris-laetitia-actualizado/
2 http://www.marcotosatti.com/2016/11/17/uno-strano-concistoro-senza-incontro-con-i-cardinali-di-tutto-il-mondo-per-non-rispondere-ai-dubia/
3 http://adelantelafe.com/explosivo-cuatro-cardenales-solicitan-oficialmente-al-papa-francisco-clarifique-amoris-laetitia-actualizado/
4 Ibídem.

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