Dijimos
en su oportunidad, que la Revolución Vaticana, esta revolución de
los conspiradores de San Galo, se basaba en el lenguaje oriundo de la
acción. Esto tiene sus consecuencias, las cuales son imposibles de
eludir.
LA ESTRATEGIA BERGOGLIANA. –
El genio de Bergoglio (alias Francisco), generó un documento, Amoris
Lætitia (para sus
oponentes: “Los amores
de Leticia”). Todo su
esfuerzo se dirigió para llevar la comunión a los divorciados, pero
su genio tropezó con su falta total de ideas, pues toda su
genialidad se basa en la acción, sin una pizca de ideas sólidas o
doctrinarias, a las que menosprecia llamándolas ideas
abstractas. De allí que
Los amores de Leticia,
se escribieron (pues existe más de un autor), con un doble lenguaje,
para que se hiciera lo que los ingenuos obispos de Buenos Aires se
comprometieron realizar, por supuesto con todas las bendiciones
bergoglianas del caso.
Ocurre
que el mundo no es Buenos Aires, algo que este pobre porteño parece
no haberse percatado. Este es un planteo similar al Vaticano II,
donde se inauguró el doble lenguaje para que cada uno tome la
iniciativa en su propio lugar y lleve adelante lo que el Vaticano II
no se atrevió decir. Lo dijimos, ya no vivimos los tiempos de la
Primavera del 60.
Todo ha cambiado. Si el doble lenguaje fue un suceso por entonces,
hoy puede ser un fracaso, y es lo que comenzamos a observar.
EL PLANTEO DE CUATRO CARDENALES. –
Al brillante doble lenguaje de
Los Amores de Leticia,
se le plantaron cuatro cardenales de peso
pesado,
y plantearon sus dudas (los “dubia”)
para que Bergoglio (alias Pancho), los aclare.
Rorate Cæli
los sintetiza de este modo:
La
carta con 5 cuestiones a aclarar (“dubia”) fue firmada el 18 de
septiembre por cuatro cardenales: el italiano Carlo Caffarra, emérito
de Bolonia, el americano Raymond Burke, emérito de Saint Louis y ex
presidente del tribunal de la Signatura Apostólica, y los alemanes
Walter Brandmüller, eminente historiador y emérito del Comité
Pontificio de Ciencias Históricas, y Joachim Meisner, emérito de
Colonia. Fueron enviadas junto con una carta. 1
SIN RESPUESTAS. – Por
supuesto el tiempo pasó, sin que el genio del gran Pancho responda.
El conspirador, se siente muy bien nadando en los tiempos de las
intrigas; pero odia salir a la Luz, tal como actúa un ángel caído.
Motivo por el cual, la carta dirigida a su persona, junto con los
dubia
se hicieron públicos en esta última semana, por cuatro cardenales
firmantes.
INSÓLITO CONSISTORIO. – Ocurre
que este sábado se desarrolla en Roma un evento de importancia. El
vaticanista Marco Tosatti lo describe del siguiente modo:
El sábado se llevará a cabo un
extraño Consistorio. Extraño porque, a diferencia de las otras dos
ocasiones anteriores, el Pontífice no verá los cardenales reunidos
en Roma en los días previos.
Un
consistorio para la creación de los nuevos purpurados es un evento
muy especial en la vida de la Iglesia; también porque todos los
cardenales que lo pueden hacer vienen a Roma en esta ocasión, para
darle solemnidad al evento en el cual se crean los nuevos príncipes
de la Iglesia, los especiales colaboradores y asesores del Papa.
Es
también una ocasión especial para el Pontífice; para ver reunido a
su alrededor el Colegio, incluyendo aquellos que rara vez vienen “ad
limina Apostolorum”, para recibir información, intercambiar ideas
y percepciones, y enviar mensajes.
Así
fue en las dos rondas anteriores con la creación de cardenales en el
reino del Pontífice reinante. 2
Como el lector puede observar, al genio
del gran Pancho le han sucedido estas contrariedades:
1. Es su obligación responder a los
dubia, si se cree papa;
pues para esto Jesucristo instauró el papado; pero ocurre lo
siguiente, tal como lo relata Pio Pace desde Rorate
Cæli:
Después
de Amoris Laetitia, se esperaba la reacción de los cardenales que
durante el tiempo de los sínodos habían hablado en contra de la
nueva doctrina moral prefabricada. Aquí está: cuatro de ellos han
elegido hacer públicas las dudas (dubia) que presentaron formalmente
al Papa unos meses atrás. Es un verdadero terremoto – de
naturaleza moral. Cuatro miembros del propio senado del Papa (me han
dicho que los que presentaron, pero no desearon hacerlo público,
fueron más numerosos) le presentaron preguntas sobre la fe y la
moral, según el procedimiento de la dubia, que deben ser
respondidas: ya sea positivamente (sí) o negativamente (no) – con
modulaciones de ser necesario, pero deben ser respondidas. Y el Papa
hizo saber a los cardenales que NO LAS RESPONDERÍA. En verdad, este
es el silencio que hace temblar la tierra.
3
2. Nuestro querido Pancho no puede
responder los dubia, porque si lo hace, toda
su estrategia del doble lenguaje para promover lo que no quiso decir,
ni sabe como imponer, caería como un castillo de naipes.
Si responde con un pensamiento afirmativo
de dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar, se le
arrojarían encima gran parte del cardenalato y estaríamos a las
puertas de un cisma formal; por el contrario, si se pone de parte de
los cardenales que lo objetaron, dejaría pagando a los ingenuos
obispos de Buenos Aires que tomaron la iniciativa en su nombre; todo
esto, sin contar que la Revolución de estos conspiradores se vería
frente una gigantesca batalla perdida.
3. Esto hace a la gravedad del hecho,
que así lo resume Rorate
Caeli:
Jamás
habían solicitado públicamente a un Papa que clarifique un asunto
muy sensible (su deber de enseñar) con un contenido más sensible
aún (su documento más importante) sus propios cardenales, jamás
desde la Contra-Reforma. Es increíble: ciertamente nunca visto en
tiempos modernos. 4
4. Es indudable que el viejo
conspirador y junto con él, toda la Revolución Vaticana, han
perdido la iniciativa y se encuentran en un callejón sin salida,
pues ellos mismos son los torpes que cerraron con su proceder, todas
las puertas. De este modo, solos se han aislado del resto de la
iglesia.
5. Bergoglio, el gran Pancho, ha
quedado acorralado dentro de
sus mismos cardenales, y ya no da la cara, motivo por el cual ha
comenzado por aislarse.
6. Como se puede deducir, a la
Revolución Vaticana se la combate con la doctrina, como lo han
hecho estos cuatro cardenales, y como lo ha hacho desde siglos, la
Santa Madre Iglesia.
Este episodio, como es de esperar, marca
un antes y un después dentro de todos los acontecimientos vaticanos.
¿Hasta dónde tendrá Bergoglio la osadía de avanzar?, no podemos
imaginarlo; pero la vergüenza es lo que estos revolucionarios y
conspiradores han perdido por completo.
1
http://adelantelafe.com/explosivo-cuatro-cardenales-solicitan-oficialmente-al-papa-francisco-clarifique-amoris-laetitia-actualizado/
2
http://www.marcotosatti.com/2016/11/17/uno-strano-concistoro-senza-incontro-con-i-cardinali-di-tutto-il-mondo-per-non-rispondere-ai-dubia/
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