Calesita

lunes, 10 de julio de 2017

Protestantes al abordaje


Así como Palas Atenea nació de la cabeza de Zeus, así la primavera del 60 nació de la mente de Juan XXIII. Roncalli fue elegido Papa para una transición; pero pondrá ingenuamente la barca de la Iglesia al límite del naufragio, manipulando su timón la hará navegar en medio de las feroces tormentas de la modernidad.
Cuando Bergoglio se mira al espejo, debe reflejarse la imagen de Roncalli. Ambos tienen un mismo espíritu, el espíritu de imponer en su gestión un mismo modelo: sus ideas personales.
LA TESIS ECUMÉNICA. – El ingenuo ecumenismo fue una de las tantas tormentas por las que Juan XXIII obligó a surcar la nave de la Iglesia. Veamos una de sus tesis fundamentales:
Miremos lo que nos une y dejemos las diferencias”.
Bien, miremos lo que “nos une”. ¿Qué es lo que “nos une”? Nada.
¿QUÉ ES UNIDAD? – Unidad, es estar unido a la Cabeza de Jesucristo, el protestantismo es una escisión del tronco de la vid. Ninguna herejía es error puro, por ello permanece en el tiempo. Podremos coincidir en ciertos aspectos de la verdad que no arrojaron a la basura, pero no estar unidos.
Esta tesis, de “mirar lo que nos une” goza de falsedad en su misma afirmación. Solamente podremos mirar algunas semejanzas, las cuales no nos unen.
Sin embargo este falso principio fue acatado como surgido del mismísimo Espíritu Santo. Esto motivó que muchos se pusieran a estudiar la teología protestante, lo cual en principio no es malo; lo malo es no desarrollar un estudio crítico de dicha teología y pasar luego a abrazarla de lleno.
Muchos opinarán que miento, otros dirán que exagero. Por tal motivo voy a dar las pruebas de lo que digo:


LOS PIRATAS PROTESTANTES
Varios teólogos protestantes ingresaron en los seminarios durante la primavera del 60. Así como los piratas salen al abordaje del navío para incendiar y saquear, así llegaron estos piratas a los recintos académicos de los seminarios. Comencemos por enumerar algunos en orden alfabético:
1. El calvinista Karl Barth (1886-1968). Una de sus obras consideradas fundamentales para su teología dialéctica, fue la Carta a los Romanos. Quién editará esta obra? Nada menos que la Biblioteca de Autores Cristianos, más popularmente llamada la BAC.
Alguien pensará, ¿acaso no es un autor cristiano? Si el calvinismo es cristianismo, no lo niego. Pero no encontramos nada de críticas a su pensamiento, sino algo que va mucho más allá de todo. Cuando hablo de crítica, es crítica sincera al pensamiento protestante en su conjunto, ver las causas que movieron a este calvinista para proponer tal teología dialéctica, cosa encomiable pues nace de su propia crítica al calvinismo, a su liberalismo, a su racionalismo, a su progresismo historicista. Sin embargo, quien redacta la Introducción de la BAC en la Carta a los Romanos, lo presenta con este título:
Karl Barth, un profeta del Siglo XX.
Una cosa es presentar un calvinista, y otra cosa es presentar nada menos que un profeta del siglo XX. Quien tuvo esta luminosa idea es el modernista Manuel Gesteira Garza de la Universidad Pontificia Comillas, Madrid, hombre muy prolífico en la edición de libros. Si Barth es un profeta como Jeremías, imagino que Gesteira podría ser su Baruc.
No nos quejemos que Bergoglio nunca se arrodilla ante el Santísimo Sacramento, pero sí ante los pastores pentecostales; aquí la teología católica se arrodilla ante un calvinista, llamándolo “profeta”.
De aquí nacen los nuevos clérigos, para los cuales las manifestaciones marianas como Fátima, no son profecías, el Profeta es Karl Barth.
2. Rudolf Karl Bultmann (1884-1976). Este protestante traerá a los seminarios la distinción entre el Jesús histórico y el Jesús de la Fe. ¿Acaso son dos hipóstasis llamadas Jesús? La hipóstasis es única desde el ángulo que se la mire. Distinguir el Jesús histórico del Jesús de la Fe es poner en duda, o una forma de negar ocultamente la unión hipostática de las dos naturalezas que tiene el Hijo del Dios Padre: la naturaleza divina y la naturaleza humana.
Dicho sea de paso, la hipóstasis no es naturaleza, sino que tiene una naturaleza. A Dios solo cabe otorgar una naturaleza a la hipóstasis, con lo cual esta pasa a tenerla. En este caso, por voluntad divina, la Hipóstasis del Hijo tiene dos naturalezas.
En la hipótesis de Bultmann se separan ambas naturalezas; pero dice que es imposible acceder al Jesús histórico, por lo tanto solo nos queda el Jesús de la Fe.
Mientras la modernidad pone en duda a Jesús en su naturaleza divina, pues no puede acceder a ella; Bultmann dará vuelta la tortilla y pasará a poner en duda la naturaleza humana, pues no se puede acceder a ella por la historia.
Esta afirmación produce una profunda rotura entre Fe e historia.
Esta hipótesis entroncará con dos movimientos modernos:
a. Pablo fue el genial inventor que implantará el judaísmo a todo el mundo pagano. No se puede acceder al Jesús histórico, ergo el cristianismo es una invención paulina.
Esta teoría estuvo muy en boga en ciertos sectores nazis, quienes afirmaron ser paganos y decían adorar el sol. Les recuerdo que estamos en el modernismo, algo sabido en estos sectores, aunque parezca increíble la adoración al dios sol. En realidad, no es más que un concepto, pues adolecen casi de ritos para esta afirmación.
Destaco esta corriente, pues muchos católicos abandonarán su Tradición por “acartonada” y buscarán una adaptación para el hombre moderno. Observen estos “católicos”, como un paganismo atávico se conjuga plenamente con las invenciones modernas, más aún, las promueve y hasta puede ir al frente de ellas.
b. El segundo movimiento es la inculturación.
El responsable de cambiar las categorías culturales originales de un cristianismo judaizado en uno helenizado, es precisamente Saulo, apodado Pablo, influenciado por las religiones mistéricas de su siglo dentro del Imperio Romano. Así nace en los seminarios una emulación de San Pablo, para proceder a la inculturación de todo el cristianismo en las categorías del mundo moderno. Aquí surgen las teorías para inculturar toda la liturgia, la teología y la filosofía. Todo un trabajo de alta esterilidad, porque se carece del auténtico concepto de Cultura. La característica irremplazable de la Cultura, es su universalidad, cosa que las supuestas culturas locales adolecen. El folklorismo no es Cultura propiamente dicha, sino manifestaciones de una cierta civilización. Existía para los griegos clásicos esta Cultura, por ello con Alejandro la llevaron a todo el mundo civilizado.
Aquí no puedo dejar de recordar a mi profesor de Nuevo Testamento, quien cuando hablaba de Bultmann parecía entrar en éxtasis. Así era la enseñanza en los seminarios en la Primavera del 60.
3. Oscar Cullmann, nacido en Estraburgo en 1902 y muerto en 1999, hombre que buscó el diálogo ecuménico entre luteranos y católicos.
4. Martin Dibelius (1883-1947). Con este alemán los seminaristas entrarán en el estudio de los géneros literarios de la Biblia, o de la Formgeschichte. Este estudio es indispensable si se quiere tener un conocimiento más preciso de las Sagradas Escrituras; pero una cosa es la técnica de este estudio, y otra cosa es ir más allá de la técnica misma destruyendo la teología y por consiguiente, la mística. Una técnica de estudio, nunca puede influir en el cambio teológico, por eso mismo de ser una técnica de estudio.
Sucede que vimos otra cosa, como la ultratécnica que se empleó en ciertos seminarios, donde los milagros, la resurrección, la ascensión y venida del Espíritu Santo pasan a ser por esta Formgeschichte una metáfora o alegoría. En otras palabras los evangelios son escritos esotéricos, no narraciones; pues aplicando a Bultmann no se puede acceder al Jesús histórico. ¡Cuánto cuesta ser sensato!
5. Karl Ludwig Schmidt (1891-1956). Este socialdemócrata traerá a los seminarios la división de los cuatro evangelios, construidos según su criterio, por fragmentos pequeños que los evangelistas reunieron y luego dieron unidad.
Esta teoría es la que se usó para explicar el origen tanto de la Ilíada como de la Odisea. La misma puede ser útil para Homero, pero frente los Evangelios sufre de parálisis mental y por momentos de hermosas fantasías.
Dicen que inicialmente los evangelios eran una colección de dichos de Jesucristo o afirmaciones aisladas. Algunos dan como ejemplo el Evangelio gnóstico de Tomás. Pésimo ejemplo, pues el Evangelio copto de Tomás es un escrito esotérico, sin orden donde la unidad la da su introducción:
Estos son los dichos secretos que ha proclamado Ieoshúa el viviente, y que anotó Dídimo Judas Tomás.
Estos dichos son secretos, escritos no para todos, sino solo para los gnósticos iniciados. El Evangelio de Tomás no demuestra la teoría, al contrario, la pone en ridículo; pues la concepción gnóstica manipulando el cristianismo inicial, como pretende este pseudo evangelio, es posterior al siglo I y posterior a todo evangelio escrito.
Otra fantasía es la “Fuente Q” de donde se copiaron Mateo y Lucas para sus respectivos evangelios.
Mientras no se encuentre dicha Fuente Q, o un escrito con los pequeños trozos que formaron los evangelios, no pasan estas teorías de una pura hipótesis en una realidad de conjeturas llenas de racionalismo.
Algo que estos racionalistas e idealistas alemanes olvidan, es que todo se redactó en mucho menos de un siglo, lo cual hace que no puedan tomarse como ejemplo los escritos del supuesto “Homero”.
6. Paul Tillich (1886-1965), teólogo luterano, tan elogiado por ciertos masones.
LOS MOVIMIENTOS
Estos piratas protestantes generaron movimientos de distinto orden. No existe una línea estructural y definida, tan solo influencias que se mueven en distintos ámbitos y se hacen presentes cuando uno menos se lo espera. Son movimientos, que como el viento soplan tormentosamente en un lugar y en otros como una suave brisa, y por momentos parece que no existen.
CAÍDA DE LOS SANTOS PADRES. – De aquí aparece una tendencia: abandonar paulatinamente las influencias de los santos padres latinos, como San Agustín, San León Magno, San Gregorio, San Ambrosio y San Juan Crisóstomo. Ahora la exégesis la hacen Barth o Bultmann, cuando no la hace Schmidt con el sabroso método de Dibelius.
A esto se agrega la destrucción del viejo breviario, donde estaban las lecturas diarias basadas en estos Santos Padres de la Iglesia latina. Empero, si se leyesen las lecturas del nuevo breviario, si es que todavía este breviario más abreviado y minimalista en toda la historia de la Iglesia, aún existe; se verá que algunas lecturas de los santos padres latinos se mantienen.
DE LA TEOLOGÍA A “LA BIBLIA”. – La mecánica de enseñanza en la iglesia conciliar, consistirá en poner la Biblia en el centro de las acciones, al estilo protestante. Es “lo que nos une”.
Este suceso hace que el centro de gravedad de un seminarista se traslade de la teología clásica a la hermenéutica y esta invadida y saqueada por los piratas de la teología protestante que ingresaron al abordaje de la iglesia.
También se dirá que se debe hablar con el lenguaje del hombre del siglo, por lo tanto la teología se empapa de idealismo, o de marxismo, donde ambas corrientes se dan la mano en la dialéctica.
Por último, hasta la aparición del Catecismo de Juan Pablo II, se abandona el Catecismo empleado, produciéndose un vacío destructivo.
CONCLUSIÓN. – Hoy vivimos la consecuencia de esta propuesta ingenua, utópica y altamente destructiva de Juan XXIII.
Si los seminarios no preparan como corresponde, pregúnteselo a los piratas protestantes;
Si Bergoglio exalta a Lutero, pregúnteselo a los piratas protestantes;
Si los sacerdotes de hoy niegan las realidades que están más allá de la muerte, pregúnteselo a los piratas protestantes;
Si una parte de la jerarquía, con sacerdotes incluidos mutan en hombres-arañas, pregúnteselo a los piratas protestantes;
Si la naturaleza humana se siente depravada sin poder de voluntad para cambiar y dirigirse hacia Dios, pregúnteselo a los piratas protestantes.
Si todo entró en crisis, pregúnteselo a los piratas protestantes, ellos le darán la respuesta.



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