Calesita

sábado, 28 de octubre de 2017

Vientos revolucionarios


Afirmamos en diciembre del año pasado, que la Iglesia se parecía a una barca sin capitán. Hoy la confusión dentro de ella es generalizada. Hasta Sandro Magister se percató del doble lenguaje bergogliano, y como la lógica lo señala, el artífice de esta tiniebla, es el “clérigo” Bergoglio, con los “clérigos” secuaces de la Revolución Vaticana, la cual intenta tomar todos los frentes posibles, aprovechando la confusión momentánea, donde muchos están perplejos, perplejidad que lleva a la inacción.
Analicemos ahora este proceso revolucionario que como un huracán recorre toda la Iglesia:
1. La doctrina filoluterana.
Thomas Schirrmacher, el principal teólogo de la Alianza Evangélica Mundial, afirma que Bergoglio es el auténtico sucesor de Martín Lutero. No cuesta trabajo darse cuenta de esta afirmación. Ya no es una perspectiva pastoral, sino una reivindicación al heresiarca Lutero, al cual se aproxima esta Revolución Vaticana, como una luna roja que recibe los fríos rayos de los iconoclastas protestantes.
2. La alineación entre los clérigos.
Así se plantea la nueva doctrina, donde Lutero no fue un monje rebelde, sino un pobre incomprendido. Una buena persona que no quería dividir la Iglesia y acto seguido se pasan por alto todos sus errores heréticos. Esta es la tesis de la clerecía revolucionaria, clerecía a la que el mismo Bergoglio tildó de mundana, y a la que él pertenece. Ahora solo queda alistarse en los bandos que automáticamente se forman tras esta afirmación.
Los jesuitas, con Arturo Sosa Abascal, alias “Bigotito, ya se pasaron a la Revolución, donde Civiltà Cattolica, dirigida por Spadaro, jesuita de vangurdia, a quien una prestigiosa página web, tildó de “imbécil”, busca “canonizar” al monje rebelde: por supuesto como ya dijimos, fue un buen muchacho, y los malvados eran los papas que no lo entendieron. Con esto muchos clérigos ingresan en esta revolución y pasan a disculparse por esta despiadada guerra contra los iconoclastas protestantes.
Según Schirrmacher, una cuarta parte del episcopado ya estrechó filas con los revolucionarios.
Pero no todos son jesuitas. El episcopado polaco, nuevamente tomó distancias de la Revolución Vaticana con un documento adverso a los Amores de Leticia. Esto acarreó en el anciano “clérigo” Bergoglio, una fuerte rabieta, de esas que le vienen cuando las cosas no salen como imagina, dando libre curso a la espada oxidada de su lengua con fuertes amenazas, tal como se acostumbra en los infiernos con los ángeles díscolos.
3. La Liturgia.
La Liturgia es la oración de la Iglesia. Si la teología ha cambiado radicalmente, la oración cambia también y lo hace en forma radical, pues una acompaña a la otra.
Esto hace que Mario Delpini, nuevo arzobispo de Milán, ya incorporado a la Revolución, pida más Lecturas en la Misa reduciendo todo el resto, como si el resto ya no estuviese disminuido en el tiempo de celebración.
Son los nuevos vientos revolucionarios.
Lo más relevante en este campo fue la corrección del gran “clérigo” Bergoglio al Cardenal Robert Sarah, desautorizándolo totalmente.
4. Control revolucionario.
Los jesuitas son “bichos” especiales, y se manejan con un doble sistema de información, tal como lo hace Bergoglio. Por un lado están los canales oficiales, y por otro lado poseen un sistema de espionaje, donde un miembro oculto de cada comunidad informa al superior de todo lo que sucede. En Argentina, dentro del lunfardo moderno, a tal individuo se lo denomina “buchón”. De este modo Bergoglio montó un sistema de “buchones” en el episcopado argentino, donde vemos que algún obispo sin rango alguno, viaja periódicamente al Vaticano, y se reúne con Bergoglio por una hora o dos. Este “buchonea” todo lo que sucede en el episcopado, por consiguiente los obispos cuidan sus modales, pues o los conocen o los sospechan. Del mismo modo se opera en el Vaticano. Los “buchones” revolucionarios, fueron con sus buchoneadas contra el Cardenal Sarah.
Bergoglio, cuando conoció al Cardenal Sarah, observó que este era de las periferias, e imaginó que en todas sus ocurrencias le diría:
Sí bwana, como usted diga bwana...
Pero no fue así. Hasta el Grillo vaticano que dice ser teólogo y que quería desterrar a Benedicto XVI, grilla enloquecido.
5. Coaccionar hacia el filoprotestantismo.
Ahora todos los revolucionarios van por una reforma que compagine y muestre en la liturgia, la feroz mutación producida en la doctrina.
Esto es necesario para la Revolución, puesto que sin ella, los cambios doctrinarios quedarían dentro del grupúsculo revolucionario, que siempre a criterio del iconoclasta protestante Schirrmacher, es tan solo de una cuarta parte del episcopado. Con la nueva liturgia, los cambios doctrinales se harían efectivos para la totalidad de la Iglesia. Se aplica aquí el mismo método empleado en la Primavera del 60: obligar a todos con cambios litúrgicos, para que estos impliquen, coaccionen y definan el asentimiento general de todos los fieles hacia el Vaticano II.
6. Fin del celibato y ordenación de diaconisas.
Con los futuros cambios litúrgcos, los sacerdotes deberán obedecer sin discutir la apertura hacia el monje rebelde Lutero, con todo lo que ello implica hoy en día: Curas casados y diaconisas, las cuales, cuesta poco observar, que van en camino secreto hacia el sacerdocio. Lo dijo el jubilado obispo modernista Erwin Kräutler, secretario de la Conferencia Episcopal Brasileña. Más aún, su documento para hacerlo efectivo ya está durmiendo sobre el escritorio de Bergoglio.
¿IGLESIA OBSOLETA? – Estos son los seis vientos revolucionarios, que harán adelantar a la iglesia sobre su obsoleto atraso de 200 años. Como no podía ser de otro modo, hasta algunos orientales cayeron en la trampa de esta modernidad, como el Patriarcado de Alejandría, quien decidió ordenar diaconisas.
LA LITURGIA COMO TRIBUNAL DE OPCIÓN. – Nuevamente, como en la década del 60, se deberá optar. La diferencia radica que en los finales de la Primavera de Bugnini todavía la liturgia transmitía la Gracia, y los errores doctrinarios eran muy sutiles, optándose en la mayoría de los casos, en no afirmar las verdades de neto cuño católico, como son el sacrificio de la misa, que pasó a ser una comida, y sobretodo el silencio sobre la virginidad perpetua de María Santísima.
La diferencia entre hoy y la Primavera del 60, radica que los tiempos han cambiado, cosa que el anciano “clérigo” Bergoglio no se percata, y cree que todavía está en los feroces años 70, reviviendo sus objetivos. Si la suave reforma filoprotestante de Bugnini provocó la ruptura de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, con todos los laicos que la apoyaron, donde Buenos Aires fue el centro de operaciones, para su gran expansión hacia toda América Latina; hoy, la futura reforma, ya enmarcada sin maquillajes de ninguna especie, dentro de los iconoclastas protestantes, sin dudas provocará el cisma tan temido.



viernes, 20 de octubre de 2017

Análisis textual del supuesto Secreto de Fátima

Con el otoño europeo, todo parece precipitarse, y las hojas caen amarillentas de los árboles. Del mismo modo caen a nuestros pies, tanto verdades como mentiras.
Nos referimos al anuncio de un manuscrito de un pretendido secreto de Fátima. Este es ek enlace al que nos referimos.
LAS DOS SOR LUCÍA. – Hablar de Fátima es realmente engorroso, dado que nunca se sabe donde está la verdad, y donde la mentira. Esto se inicia desde las dos monjas llamadas Sor Lucía, que contemplamos aquí en estas fotografías oficiales, donde la de 1947 no es la de 1948. Un episodio donde se prefiere continuar tapando la realidad que se abre paso contra el viento y la marea de la muda clerecía oficial.

EL VISTO BUENO DE BERGOGLIO. – Ahora se nos muestra el manuscrito de otra parte de un supuesto tercer secreto, donde se afirma que Bergoglio autorizó su publicación, pues el mismo se origina en el Vaticano.
Si algo faltaba para hundirlo definitivaemte, es el o.k. de Bergoglio.
Manuscrito de Sor Lucía
Según calígrafos que trabajaron sobre la fotografía del manuscrito, cotejándola con esta otra, – cosa mal hecha, pues se debería analizar sobre el original, – afirman que es auténtico. Por supuesto nada se dice del papel, donde se carece de un análisis crítico del mismo; peor aún, a simple vista se percibe que el segundo tiene visos de autenticidad, mientras del primero parece emanar una patraña.
EL TEXTO
De la traducción del manuscrito se pueden sacar algunas conclusiones. He aquí lo que se ha publicado:
Ahora voy a revelar la tercera parte del secreto: Esta parte es la apostasía en la Iglesia!
Nuestra Señora nos mostró una visión de un individuo que yo describo como el “santo Padre” frente a una multitud que lo vitoreaba.
Pero había una diferencia con un verdadero santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal.
Entonces, después de algunos momentos vimos al mismo Papa entrando en una iglesia, pero esta Iglesia era la iglesia del infierno; no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía como una fortaleza hecha de cemento gris con ángulos quebrados y ventanas similares a ojos; tenía un pico en el tejado del edificio.
Enseguida levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo: Visteis la apostasía en la Iglesia; esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960.
En el reinado de Juan Pablo II la piedra angular de la tumba de Pedro debe ser removida y llevada a Fátima. Porque el dogma de la fe no ha sido conservado en Roma, su autoridad será removida y entregada a Fátima. La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.
Si 69 semanas después de que esta orden se publique, Roma sigue su abominación, la ciudad será destruida. Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito en Daniel 9:24-25 y Mateo 21:42-44
ANALIZANDO EL TEXTO
Mis consideraciones al respecto son las siguientes:
1. No se respeta el género profético en su totalidad:
Esta parte del supuesto tercer secreto queda enmarcado en lo que es una profecía. Las profecías no son los titulares de los periódicos de mañana, como piensan ciertas sectas protestantes; pues si así fuera, dejaríamos de leer los periódicos.
Aquí se fecha el manuscrito en 1944, y se establece una redundancia afirmando que debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960. Si Pío XII fallece en 1958, la frase antes de 1960 está de más. Error de quien habla o de quien transmite.
Quien profetiza, no ve los periódicos de mañana, tan solo ve las ideas que Dios tiene previstas, a las que San Buenaventura llamó ejemplares.
La apostasía de cierta estructura eclesial, es un exemplar en la mente divina, no un periódico. Aquí entramos en los periódicos, antes de las ediciones de 1960, y durante el “reinado” de Juan Pablo II.
Esto hace que en la profecía al faltar fechas, circunstancias y nombres, la misma se torne oscura y hermética. Mas aún, un exemplar profético puede ser útil no para un suceso, sino para varios.
Y aquí hallamos nombres como Juan Pablo II, Pío XII, hallamos una fecha precisa como 1960 y para colmo, nos topamos con circunstancias exactas, como el “reinado” de Juan Pablo II; todo dentro del exemplar de las 69 semanas. Realmente chocante.
Cuando Nuestra Señora profetiza lo hace mirando el exemplar que el Padre le pone a consideración, no leyendo las noticias.
2. Ataque velado a Juan Pablo II.
Si se lee bien el texto, se verá que va dirigido contra Juan Pablo II, pues en este tiempo es donde la Iglesia debe cambiar de sede, pues entró en apostasía.
Otra consideración merece el término “reinado” de Juan Pablo II. El último papa rey fue Pío IX. Juan Pablo II no fue un rey, ni reinó, la expresión correcta hubiese sido “pontificado” no “reinado”.
3. Destrucción del Vaticano.
Hace unos días, afirmábamos que de acuerdo con ciertos rumores, esta Revolución está por abolir el Vaticano. Tal cual lo hallamos en esta supuesta profecía:
...la tumba de Pedro debe ser removida y llevada a Fátima.
Lo redundante es que dos veces más se insiste en este cambio de sede:
...su autoridad será removida y entregada a Fátima. La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.
4. Errores teológicos.
Recordemos que el único que destruye es el hombre, Dios no destruye, no tiene necesidad de hacerlo y jamás lo ha hecho; de allí que vemos en estas breves líneas del párrafo redundancia, fallas teológicas y una adversión manifiesta a la Roma eterna y una forma de ensuciar el pontificado de Juan Pablo II.
¿QUÉ ES LO QUE SE HIZO? –
Esta Revolución Vaticana da para todo. Ahora nos preparan sus resoluciones más atrevidas y escalofriantes, por medio de una profecía “a lo Fátima”, realmente demoníaco.
Sin embargo no todo es falso. Nuevamente estos mafiosos se subieron al caballo de la verdad para insertar la mentira, así como en su oportunidad cambiaron la Sor Lucía real, por una falsa. Sobre un texto que puede ser considerado real, agregaron un segundo texto apócrifo. Como siempre, fifty fifty
Para mi análisis, existen dos textos totalmente distintos con un enlace dudoso.
Este es el primero:
Ahora voy a revelar la tercera parte del secreto: Esta parte es la apostasía en la Iglesia!
Nuestra Señora nos mostró una visión de un individuo que yo describo como el “santo Padre” frente a una multitud que lo vitoreaba.

Pero había una diferencia con un verdadero santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal.

Entonces, después de algunos momentos vimos al mismo Papa entrando en una iglesia, pero esta Iglesia era la iglesia del infierno; no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía como una fortaleza hecha de cemento gris con ángulos quebrados y ventanas similares a ojos; tenía un pico en el tejado del edificio.
Enseguida levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo: Visteis la apostasía en la Iglesia.
Como se percibe, la visión termina aquí, y lo señala con nitidez el epílogo:
Visteis la apostasía en la Iglesia.
Como se puede ver, el texto hace alusión no a Juan Pablo II, sino a Bergoglio, quien como buen peronista, basa la verdad en las manifestaciones populares. Por su parte, es imposible que tantas bendiciones pentecostales no hagan lo suyo, y donde se aviva un espíritu, este no puede ser otro que el mismo Lucifer.
El segundo texto es totalmente distinto, y se puede considerar como un apócrifo agregado:
En el reinado de Juan Pablo II la piedra angular de la tumba de Pedro debe ser removida y llevada a Fátima. Porque el dogma de la fe no ha sido conservado en Roma, su autoridad será removida y entregada a Fátima. La catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima.
Si 69 semanas después de que esta orden se publique, Roma sigue su abominación, la ciudad será destruida.
El enlace de ambos textos puede ser de la Sor Lucía, no pertenece a la visión, y dado que lo sigue un texto apócrifo, más los motivos que dije anteriormente, puede considerarse dudoso:
...esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960.
LOS SEDEVACANTISTAS DE FIESTA. – ¿A quién beneficia la segunda parte apócrifa de la profecía? Sencillamente al sedevacantismo. Si existe algo que rompe las teorías sedevacantistas, es el papado de Juan Pablo II. Por ello lo tildan de hereje y hombre “malvado” (SIC).
Para la Revolución Vaticana que desea abolir el Vaticano, esta es su propia profecía.
Como siempre los extremos se tocan: hoy ser sedevacantista o bergogliano es lo mismo, pues por distintos caminos ambos persiguen lo mismo.
Los textos de la Escritura aludidos, también son apócrifos porque forman parte del texto agregado:
Nuestra Señora nos dijo que esto está escrito en Daniel 9:24-25 y Mateo 21:42-44.
Veamos los motivos de esta conclusión:
1. Daniel 9,24 y 25:
Setenta semanas están prefijadas sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa para poner fin a la prevaricación y cancelar el pecado, para expiar la iniquidad y traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía y ungir el santo de los santos. Sabe, pues, y entiende que desde la salida del oráculo sobre el retorno y edificación de Jerusalén hasta un ungido príncipe habrá siete semanas, y en sesenta y dos semanas se reedificarán plaza y foso en la angustia de los tiempos.
Como se puede observar, en el exemplar de esta profecía no se habla de destruir el templo de Jerusalén, para construirlo en otro sitio.
2. Mateo 21,42-44:
Jesús les respondió: ¿No habéis leído alguna vez en las Escrituras: “La piedra que los edificadores habían rechazado, ésa fue hecha cabeza de esquina; del Señor viene esto, y es admirable a nuestros ojos”. Por eso os digo que os será quitado el reino de Dios y será entregado a un pueblo que rinda sus frutos. Y el que cayere sobre esta piedra se quebrantará, y aquel sobre quien cayere será pulverizado.
El texto habla de la pérdida del apoyo divino al pueblo hebreo por no haber creído en Jesucristo. Aquí se emplea para indicar que surge una nueva religión contra quienes deshecharon dicha piedra que es Jesucristo.
Realmente, los revolucionarios vaticanos no dejan cabo suelto, pero la mentira no puede pasarse por verdad y aquí se percibe nítidamente este burdo engaño. Como dice la sabiduría popular, la mentira siempre corre con patas cortas.


domingo, 15 de octubre de 2017

Con olor de azufre


Cuando de olores se trata, este papado sumido ya de lleno en gruesos errores, ha hecho mucho hincapié en los aromas o cierta calidad de olores.
CON OLOR A OVEJA. – Todo se inició con el pastor que tenía olor a oveja. Eran los inicios, cuando un catolicismo plenamente dormido, oía los primeros campanilleos de su despertador.
CON OLOR A NAFTALINA. – Hoy, leemos el discurso de Bergoglio a los participantes del Encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, realizado, este miércoles 11 de octubre y sentimos olor a naftalina:
La Palabra de Dios no puede ser conservada en naftalina como si se tratase de una vieja manta para protegernos de los parásitos”.
EL TEOREMA DE PITÁGORAS APOLILLADO. – La cosa es seria, pues luego de leer la cita, salí corriendo a buscar mi viejo Teorema de Pitágoras que tengo archivado en la biblioteca, y con desesperación comprobé que los parásitos se lo habían comido. ¿Pero qué se habían comido? Repasé la demostración del teorema, y comprobé que era la misma que estudié en otros tiempos, tan solo la hoja del manual estaba apolillada.
Entonces me pregunté, ¿cómo puede ser que al Teorema de Pitágoras no se lo coman los parásitos, y sí le pueda suceder esta desgracia a la Palabra de Dios que es eterna?
DEJÁTE” SORPRENDER. – He aquí algo bien bergogliano:
Se me presenta el Espíritu Santo en forma de paloma y me dice:
¡Sorpresa! Hay que adaptar el Teorema de Pitágoras a los desafíos y perspectivas que se abren a la humanidad; por lo tanto ahora en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa ya no es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.
EL PROGRESO DOCTRINARIO. – De este modo, redacto un nuevo teorema de Pitágoras, donde afirmo que la suma de los cuadrados de los catetos no me da el cuadrado de la hipotenusa.
Así, con alegría bergogliana, exulto de gozo, pues abrí nuevos horizontes desde una geometría vieja y apolillada, hacia una nueva geometría, y le digo a mi amigo arquitecto:
El Teorema de Pitágoras, ha progresado, che...
¡URGENTE! – Esto es una necesidad de suma urgencia, si es posible llamen a los bomberos, ¡la Palabra de Dios todavía no vio la Luz!
Orígenes, San Basilio, San Juan Damasceno, San León Magno y el mismo San Agustín junto con San Jerónimo, no vieron nada; pues dice Bergoglio:
... la novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios, no han venido todavía a la luz. 1
Por favor, ¡traigan una partera urgente!
SUENA LA ALARMA. – Si en el olor a oveja teníamos el despertador sonando su campanilla de alarma, hoy con las declaraciones de Bergoglio, las cuales se leyeron, es decir, no son improvisadas, sino pensadas, hoy, con el olor de naftalina suena la alarma de herejía:
Custodiar” y “proseguir” es “lo que compete a la Iglesia por su misma naturaleza, para que la verdad impresa en el anuncio del Evangelio de parte de Jesús pueda alcanzar su plenitud hasta el fin de los siglos”.
EL NUEVO SAN PABLO. – San Pablo ordenó a Timoteo de guardar (φυλαξαι) el depósito para aquel día, el día final, el día de la omega (ω). Lo hace tres veces: en 1 Timoteo 6,20; en 2 Timoteo 1,12; en 2 Timoteo 1,14. En ningún caso le ordena proseguir o mutar.
En cambio Bergoglio, el novedoso San Pablo o Jesús II, le ordena proseguir, hasta alcanzar la plenitud de los siglos.
NO APRENDIÓ A INTERPRETAR. – Todo nace de la desastrosa hermenéutica de Bergoglio, que en interpretar es un chapucero de cuarta categoría. Indudablemente con este pensamiento, hace referencia a Juan 16,13 que dice:
Cuando viniere aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere y os comunicará las cosas venideras.
Del texto se desprenden dos temas:
El Espíritu no trae doctrinas nuevas, sino lo que oyó del Verbo o Logos de Dios,
En segundo lugar comunicará las cosas venideras. No afirma que progresa la doctrina, ni la muta, ni la evoluciona. El sector de la Iglesia que hace esta acción rompió su unidad con Jesucristo, y de allí pasa a ser herética, con más razón si ha usurpado la silla de Pedro.
ESTA ES LA BASE DE TODA HEREJÍA. – Lo más interesante, es lo que dice San Agustín sobre este pasaje:
Todos los herejes se valen de esta palabra para encubrir sus atrevidas invenciones (aun las que más horror causan a la humana razón) apoyándose en esta sentencia evangélica; como si sus sistemas se hallaran comprendidos en aquello mismo que los discípulos no pudieron entonces comprender y les hubiera inspirado el Espíritu Santo aquello que el espíritu inmundo se avergüenza de enseñar y predicar públicamente. Pero hay cosas malas que no puede soportar el decoro humano, y otras buenas que no sabe comprender la limitada razón del hombre. El mal es el que reside en los espíritus impuros y el bien el que aparta a aquel de todo ser viviente. ¿Quién, pues, de nosotros se atreverá a creerse de aquellos que comprenden las cosas que otros no pueden alcanzar? Y, por tanto, ni aun de mí debe esperarse que las diga. Pero alguno dirá: mas ahora hay muchos que pueden oír lo que entonces Pedro no podía comprender. Así por ejemplo, muchos pueden ser coronados por el martirio, especialmente después de enviado el Espíritu Santo, lo que entonces, cuando el Espíritu no había venido aún, Pedro no podía. Concedamos que muchos puedan por esta razón, enviado ya el Espíritu Santo, comprender lo que no pudieron los discípulos antes de la venida del Espíritu Santo. ¿Acaso sabemos qué es lo que Jesucristo no quiso decir? ¿Puede alguno de nosotros decir qué es lo que calló? Me parece muy absurdo que el Señor no pudiera haber comunicado a los discípulos aquellos altísimos misterios que hallamos luego en los escritos apostólicos, así como es absurdo también que de haberlo hecho el Señor, no quedara recogido en dichos escritos. …
¿Quién, viviendo en carne mortal, puede comprender toda la verdad? Cuando dice el Apóstol: "en parte sabemos" (1Co 13:9), pero es porque el Espíritu Santo hace que lleguemos a la plenitud de su conocimiento, de la que el mismo Apóstol dice: "Entonces cara a cara"; no como en esta vida, sino hasta la perfección, según el Señor nos prometió diciendo: "Pero cuando viniere el Espíritu de verdad, os enseñará y os ilustrará en toda verdad".
De cuya promesa sacamos en consecuencia que su plenitud nos está reservada para la otra vida. Pero entre tanto el Espíritu Santo enseña espiritualmente a los fieles cuanto cada uno es capaz de comprender, y excita en sus corazones mayores deseos. 2
Si como dice San Agustín, todos los herejes se basaron en este pasaje de San Juan, Bergoglio, no puede ser menos para basar su relativismo dogmático, declarado en conservar y proseguir, donde como buena herejía, parte se conserva y parte se prosigue para mutar. Herejía en fifty fifty.
LA IDEA COMO POTENCIA. – Las ideas son potencias en la mente del hombre y ejemplarismo en la concepción divina. Como potencias no mutan, ni cambian, ni prosiguen, del mismo modo que el Teorema de Pitágoras. Lo que se modifica, prosigue o actúa, es la procesión que dicha idea propone. Un arquitecto, ingeniero o carpintero, puede emplear o no, el Teorema de Pitágoras, para un puente, para un edificio, o para calcular el material de un mueble. Si la idea es una potencia, esta no muta, así como no muta el Teorema de Pitágoras.
LAS IDEAS DIVINAS. – San Buenaventura decía que la idea en Dios es un exemplar en cuanto la prevé, es verbo en cuanto que la ha revelado, es arte en cuanto la ejecuta y actúa, y por último es razón, pues la conduce a su fin último.
Como vemos el exemplar, ni evoluciona, ni muta, ni prosigue.
EL “BALURDO” DE BERGOGLIO. – Ahora aclaremos las confusiones de este pobre jesuita, caído en la ignorancia:
1. La Tradición es una procesión, ergo es algo vivo; pero la doctrina que se transmite vive en Dios, es una potencia, es un verbo, y si se afirma que vive en el hombre, se afirma indirectamente que no vive en Dios:
la tradición es una realidad viva, y solo una visión parcial puede pensar en el ‘depósito de la fe’ como algo estático.
2. La Palabra de Dios me llega por Tradición, pero no es una procesión, de allí que es estática y no dinámica en el pensamiento por ser exemplar y verbo; pero actuante en cuanto arte y razón. Lo que hace el Espíritu es modificar su actuación, nunca modifica ni el exemplar, ni el verbo, puesto que Dios no muta, y es estático. Una doctrina que progresa, es mutante y devela un Dios imperfecto y veleidoso, de allí este “balurdo”:
La Palabra de Dios es una realidad dinámica, siempre viva, que progresa y crece porque es atraída hacia un cumplimiento que los hombres no pueden parar.
3. Lo que progresa es la razón, no progresa el exemplar ni el verbo, de allí que afirmar lo que sigue, puede ser tomado como blasfemia al Espíritu Santo:
No se puede conservar la doctrina sin progreso, ni puede estar ligada a la lectura rígida e inmutable sin humillar la acción del Espíritu Santo.
4. El misterio goza de cuatro dimensiones (Cfr. Efesios 3,18): amplitud (το πλατος), en cuanto al universo que abarca; largura (το μηκος) en cuanto que define una procesión; profundidad (το βαθος), en cuanto todo lo que es en sí mismo; y altura (το υψος), en cuanto eleva místicamente. No busque el progreso porque no se encuentra.

Sentimos el olor a oveja cuando una campanilla del reloj marcó la hora de despertarse; hoy sentimos el olor a naftalina, cuando suena la alarma de herejía; yo siento tanto olor de azufre...
1 Es necesario y urgente que, frente a los nuevos desafíos y perspectivas que se abren para la humanidad, la Iglesia pueda expresar la novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios, no han venido todavía a la luz. Bergoglio dixit.
2 Catena Aurea: San Agustín, in Ioannem, tract., 97.

jueves, 12 de octubre de 2017

Marcha hacia las fronteras


El 7 de septiembre, más de un millón de polacos marchó hacia las fronteras para formar un muro humano y allí rezar el Santo Rosario. La consigna era Dios, Patria y Familia.
El episodio fue silenciado por la Revolución Vaticana, la cual ve la batalla de Lepanto con malos ojos, pues no se acomoda al objetivo central que se persigue de “comunión universal”.
Junto a la Revolución Vaticana, muchos medios periodísticos silenciaron el episodio; pues si donde va el mundo, allí va Bergoglio, con más razón, donde va Bergoglio va el mundo.
Lógicamente, este es otro impacto sobre el rostro ya bastante golpeado de Bergoglio.
Aquí está lo que para algunos no pasó, ni pudo haber pasado:




sábado, 7 de octubre de 2017

Impacto


La aparición de la Correctio, removió toda la débil estructura del clericalismo bergogliano. Hubo dos instancias de salir al encuentro de la iniciativa, por parte de la clerecía vaticana.
EL AVESTRUZ. – La primera fue la del Cardenal Müller, quien es difícil saber a qué juega, y en este caso actuó primeramente como el avestruz que ante el peligro hunde su cabeza en la tierra:
La Iglesia está "muy lejos" de una situación en la que el Papa necesita una "corrección fraterna" sobre Amoris Laetitia, porque el Santo Padre no ha puesto en peligro la fe y la enseñanza de la Iglesia. 1
Eran las primeras horas, cuando solo se manifestaba menos de un centenar de firmas. Negar el hecho era lo lógico y aconsejable. Es lo que la clerecía, la misma que Bergoglio tildó de mundana, y a la cual él pertenece, cuando surge algo que los incomoda, niegan como cuerpo el fenómeno. El silencio es la primera respuesta. Luego como veremos, viene la mentira:
¿Corrección? ¿Qué corrección? Aquí no hay ninguna corrección.
Si se demuestra que hubo herejías, es inútil decir que no las hubo. Siguen los pasos de su maestro Lutero y dicen: No somos herejes, aquí la doctrina no se toca. Pero ocurre, que cuando las procesiones se cambian, es porque la doctrina ha cambiado, algo tan simple, pero la lógica del hereje consiste en no contemplar la realidad que se le presenta, sino solo su pensamiento.
PAROLIN Y SUS SUTILES SOFISMAS. – Pero a medida que pasaban las horas, el Vaticano observó con desesperación que las firmas aumentaban frenéticamente, entonces salió el cardenal Parolin a tratar de frenar un poco la avalancha:
Las personas que no están de acuerdo expresan su disentimiento, pero en estas cosas uno tiene que razonar, tratar de entender.
Típico sofisma “a lo Parolin”. ¿Qué es lo que hay que razonar? ¿Qué es lo que hay que entender? Como se ve, luego de razonar, y por ende entender bien a donde nos conduce esta clerecía mundana, se nos pide otro razonar y otro entender, pero no se dice lo que se debe razonar ni lo que se debe entender.
LA PALABRA MÁGICA. – ¿Cómo se soluciona esto? Y allí surge la palabra mágica: Diálogo.
Esta clerecía ha hecho del diálogo el mecanismo generador de la nueva doctrina. Repito lo dicho en otros artículos; esta clerecía ha adoptado el concepto masónico consistente en que las acciones generen la teoría, por ello dialogan para buscar un camino como salida a no se sabe donde.
Según estos clérigos, dialogando podemos llegar a un nuevo dogma, y a esto se lo llamará, como lo pregona la clerecía argentina: la lícita evolución del dogma. Bergoglio lo dijo con toda parresia en Bolonia:
Os recomiendo que, en vuestras comunidades, en vuestras parroquias, en vuestros grupos, os aseguréis de que haya este diálogo. Este diálogo hará milagros.
SORDERA INICIAL. – Veamos ahora como es este diálogo. Dice Parolin que se debe dialogar, pero desde el vamos se niega la Correctio. ¿Entonces a qué viene el diálogo? Sencillo, es para “razonar” y “entender”, con el fin de terminar afirmando que la clerecía tiene razón. En esto consiste el “diálogo de sordos”, y la primera sordera nace de la clerecía.
EL GRAN SORDOMUDO. – Veamos otro ejemplo. Cuatro cardenales presentaron sus Dubia a Bergoglio. Bergoglio es sordo, y por ser sordo es mudo, no responde; tan solo se anima a decir que las críticas son respetables, pero equivocadas. He aquí el diálogo del clérigo Bergoglio:
Primero cambia la esencia del tema; los Dubia no son críticas, la Correctio no es una crítica.
Por último, luego de cambiar la esencia del hecho, agrega: Están equivocadas. ¿Entonces, es posible un diálogo con esta clerecía mundana?
¡MILAGRO! – ¿Y dónde está el milagro? Es el milagro de la nueva doctrina, algo similar a Los Amores de Leticia. Ya no es el Logos enviado por el Padre para enseñar su doctrina a los hombres; sino que ahora es esta clerecía mundana que nos quiere imponer un diálogo que reemplaza al Logos para cambiar la doctrina revelada. La jugada es clara y patética.
ÚLTIMA JUGADA DE MÜLLER. – Luego de esta manifestación de Parolin, Müller saca su cabeza del pozo cambiando velozmente de posición y hace un esfuerzo para colocarse en el centro de la escena, de allí que propone el diálogo de Parolin según leemos en este sitio:
...esta iniciativa podría llevarse a cabo con “algunos destacados representantes” de los “dubia”, así como de la “corrección filial”, y se centraría en las “diferentes y a veces polémicas interpretaciones de algunas afirmaciones del capítulo VIII de Amoris Laetitia”. 2
Entonces nos preguntamos, ¿para qué se gastaron tanto dinero en montar dos sínodos? Es ridículo, y el ridículo parece formar parte de la política de Müller.
¿CINISMO? – ¿Qué nos proponen, hacer la hermenéutica de Los Amores de Leticia? Ahorremos tiempo, que Bergoglio rompa su caprichoso silencio y diga con claridad y parresia lo que propone, pues caso contrario nos vemos tentados a pensar que lo dicho en Bolonia es cinismo puro:
Tengan el coraje de hablar, sean transparentes a la manera de San Pablo, que insiste mucho sobre la parresia.
UNA SOLA RESPUESTA. – La única respuesta a estos cardenales caídos en la degradación mental del mundo, es esta: La doctrina de Jesucristo no se dialoga, se acepta, se cree y se ejecuta contra el mundo y sus sofismas.
Como se puede notar, no salen a decir que es falso lo que se dice, y no lo pueden hacer porque es la verdad; salen a decir que se dialogue, para que nosotros que somos los tontos del caso, ingresemos en el juego de ellos.
A esto solo existe una respuesta: firmar la Correctio. Es una forma de demostrales que no estamos de acuerdo con esta clerecía empapada de la moderna mundanidad.
ESENCIA DE LA NUEVA HEREJÍA. – Monseñor Giuseppe Lorizio, en el mismo diario de la Conferencia Episcopal Italiana, afirma la primacía de la pastoral sobre la teología.
He aquí el dogma de esta clerecía herética: Las procesiones generan la doctrina, es decir la pastoral modifica la doctrina.
Y para rematar la herejía, Roberto de Mattei nos dice como se impone:
Monseñor Forte añadió en Avvenire que al documento no pueden adherirse «quienes son fieles al sucesor de San Pedro, en el cual reconocen al pastor que dio el Señor a la Iglesia como guía para la comunión universal. La fidelidad siempre se dirige al Dios viviente, que actualmente habla en la Iglesia a través del Papa».3
Lo que se busca no es obedecer a Cristo, sino a la clerecía mundana, la cual busca contra toda doctrina, la comunión universal. Con esto se cambió el discurso de Jesucristo antes de la ascensión, quien según estos clérigos, no mandó evangelizar, bautizar y enseñar, sino que ahora quiere la comunión universal, y se manifiesta milagrosamente por medio de un caprichoso sordomudo, porque ha sido tocado por la vara mágica del diálogo en el monte Sinaí, y como otro Moisés es su intérprete, o como lo define Antonio Socci, ahora Bergoglio es ni más ni menos que Jesús II.


1 https://www.thecatholicthing.org/2017/01/10/muller-no-correction-forthcoming/
2 https://infovaticana.com/2017/09/29/parolin-la-correctio-filialis-importante-dialogar/
3 http://panoramacatolico.info/articulo/impacto-a-nivel-mundial-de-la-correctio-filialis

martes, 3 de octubre de 2017

Firma de la Correctio Filialis

Tomo el siguiente texto de Como Vara de Almendro:

Por CHIESA E POST CONCILIO. 26 de septiembre de 2017.
En la dirección de aquí abajo es posible firmar una petición de apoyo a la Correctio filialis de haeresibus propagatis. Por cada firma, se envía un correo al Vaticano. El promotor, Steve Skojec [OnePeterFive] espera inundar el buzón del correo vaticano. Al momento en el que escribo, en menos de dos días hábiles, ha reunido ya más de 7.300 firmas.
Es una iniciativa eficaz también desde el punto de vista mediático (probablemente el mejor), porque da cuenta de cuántos son los firmantes, y por tanto, cuál es el apoyo “del pueblo” a la Corrección.


Para la firma, en la página de Steve Skojec, saldrá un menú donde se escibe el Nombre, Apellido y se deja el Mail, el cual es enviado al Correo Vaticano.
Si son varios los que firman una carta, se puede enviar a info@correctiofilialis.org



lunes, 2 de octubre de 2017

“Dejáte” sorprender


Tal como lo hallamos escrito en el peculiar credo bergogliano, Dios trae sorpresas, y podemos decir que Bergoglio lo imita, pues de vez en cuando nos regala una.
Esta es la sorpresa del momento, donde ha hecho llamar al Cardenal Burke para que retorne al Vaticano como miembro de la Signatura Apostólica. Noticia originada en Associated Press, donde The Remnant efectúa su comentario.
Recordemos someramente su historial. En 2014 Bergoglio echa a Burke del Vaticano, por su oposición a las novedades que los bergoglianos aportaban sobre el sacramento del matrimonio.
Bergoglio que nunca percibe las consecuencias de sus acciones, pensó que Burke moría ocupado con los asuntos de la Orden de Malta.
Este episodio originó el fenómeno Burke, quien fue llamado de todas partes para dar conferencias, como relatamos en nuestras entradas anteriores.
Su expulsión vaticana, generó un franco oponente al papado de Bergoglio, no porque Burke se lo propusiera, sino porque los católicos vieron en él una persona sincera y de recta doctrina, algo que no perciben en el che papa; y así se constituyó en un guía de esta Iglesia desorientada.
Bergoglio no está acostumbrado a tener un oponente delante suyo, que sea superior a él. Burke lo es. Por tal motivo tomó dos desastrosas decisiones:
La primera fue intervenir la Orden de Malta, sin ningún respeto a los historiales y a los códigos establecidos, donde se apoderó de sus fondos.
La segunda, como esto no hizo mella en el cardenal, lo envió a la isla de Guam para sacarlo del centro de la escena.
En quince días, Burke estaba de regreso en Europa, luego de haberse ocupado del caso encomendado, y prosiguió alentando a los católicos, cosa que tratamos en este artículo.
Bergoglio está acostumbrado a aplastar a sus oponentes, algo que con ironía muchos tildaron con el verbo misericordiar, pero con Burke no puede tal misericordia, tal la prudencia con la cual se ha movido el cardenal.
Las opciones con las cuales se enfrentó ahora Bergoglio con el caso Burke nuevamente fueron dos:
Primera, lo deja donde está, mientras él ignora que hará Burke mañana, y es indudable que le teme, pues siempre bajo esa máscara de hierro de absolutismo total, se oculta un Bergoglio de muy frágil seguridad.
Segundo lo vuelve a incorporar al Vaticano para tenerlo ocupado y vigilar su conducta.
De las dos opciones, Bergoglio se vio obligado a elegir el mal menor, es decir, incorporarlo nuevamente en el Vaticano, acontecimiento que The Remnant llamó Throws a Curveball.
Supongo que debe haber meditado en lo que esta medida le puede significar, como ser un nuevo descrédito a su persona, la cual no acierta con lo que se debe hacer. Y así su figura ya deshilachada, sigue erosionándose día a día; figura donde solo encuentra consuelo en el lumpen que lo adula, y en las masas que no lo conocen.
Es llamativa su falta de política, en un papado que quiere ser político, donde se percibe una impericia llamativa en el manejo concreto de los personajes y de las circunstancias.