La
unidad es superior al conflicto, pero acontece que esta unidad es
pelagiana y surgida del gnosticsmo; es decir que estamos ante las dos
grandes herejías que Bergoglio, el cruzado masón del Río de la
Plata, vino a borrar de la Iglesia. Este gnosticismo y este
pelagianismo no dejan construir el poliedro bergogliano que a su vez,
también es gnóstico y pelagiano.
VAYAMOS
A LA ARISTA NORTE DEL POLIEDRO
La
primera cara es el luteranismo que tiene que encajar con la cara de
la iglesia teutona. El vértice consiste en dar la comunión para
luteranos y católicos, según las palabras de los obispos alemanes,
“en casos especiales”.
Todo
el mundo sabe, que desde hace tiempo la corrompida iglesia alemana,
brinda la comunión tanto a luteranos como a católicos en el más
astuto de los silencios.
Es el
mismo método implantado para comulgar con las manos. Se inició
contra todo y en poco tiempo se impuso en forma universal.
Ahora
bien, Roma, que a veces tiene buen criterio, prohibió el sacramento
de la eucaristía a los luteranos.
Esto
enfureció a los obispos teutones, que vienen haciendo esta práctica en
secreto, (incluso con la anuencia de Benedicto XVI que conocía esta
novedad). De allí su presencia en Roma “para discutir” la
práctica. Este obispado tiene mucho peso en Roma, dado que estos
Bischöfe poseen una abultada billetera en los bolsillos.
¿Qué
opinión dio el antignóstico Bergoglio, quien vino a desterrar el
pelagianismo?
– Pónganse
de acuerdo.
En
otras palabras, soldemos las dos caras de este poliedro para que
concuerden con la arista romana.
“Ponerse
de acuerdo”. Una actitud ejemplar del gnosticismo enemigo de
Bergoglio.
Nótese
que nadie habla del sacramento de la confesión, pues no existe
en el luteranismo. Como en la iglesia neomoderna tampoco existe el
sacramento de la penitencia, sino el de la reconciliación.
A
comulgar en pecado, como hace la corrupta y adinerada iglesia
teutoma.
AHORA
VAYAMOS A LA ARISTA DEL OESTE
Aquí
existen dos caras, la iglesia postconciliar y la Fraternidad
Sacerdotal de San Pío X. Hasta ahora imposible de hallar entre
ambas caras una arista común.
El
vértice en discusión fue el sacramento del bautismo.
La
Hermana Regina Murphy, quien es la canciller interina de la diócesis
de Búfalo no autorizó un bautismo, pues los padrinos pertenecían a
la FSSPX.
El
obispo auxiliar Edward Grosz, desoyendo a San Pablo, quien pedía que
la mujer se callase en la iglesia (Cfr. 1Cor.14,34 y 35) , se dejó
llevar por el ímpetu celoso de la monjita canciller y convalidó la
decisión de no bautizar al niño.
La
hermana Regina documentó por escsrito su decisión porque la pareja de padrinos
practica su...
...fe
católica en una iglesia que no está en unión con la Iglesia de
Roma y que ha rechazado la autoridad absoluta del Santo Padre y
muchas de las reformas del Concilio Vaticano Segundo.
Si
alguien me dijera que estas cosas pasan en la iglesia anglicana,
donde las mujeres hacen y deshacen, lo podría llegar a creer, pero
no, ¡es la iglesia católica!
¿Qué
nos enseña este conflicto sin unidad, estas caras sin arista?
1.
Se afirma categóricamente que la fe es católica, pero no se puede
recibir el bautismo (!).
2. Los
impedimentos son:
a.
Rechazar la “autoridad absoluta” del papado.
b.
Rechazar no un dogma, sino unas reformas del Vaticano II.
Como
se observa, los impedimentos están vacíos de contenido, propios de
una mente femenina sin criterio bien formado. ¿Esto no es
gnosticismo?
Como
dijimos en nuestros artículos anteriores, para esta iglesia caída
en la neomodernidad, el papado no está al servicio de la iglesia,
sino que es la Iglesia, de allí que se lo considere “absoluto”.
La
estructura es superior al dogma, y las reformas valen más que la Fe.
Y nos
preguntamos:
¿Quién
es aquí el pelagiano que se aferra a las estructuras? ¿Quiénes están en cisma?
Los
padrinos asisten a una iglesia “en comunión con Roma”
pues el bautismo es válido y no muestran ninguna voluntad de cisma;
en cambio la monjita con su obispo declaran de hecho el cisma por
sponte propria.
¿Cómo
se solucionó el caso?
El
niño fue bautizado en la FSSPX el 15 de abril, pues los sacerdotes
de esta asociación no rechazaron a sus padres, los cuales son
católicos, ni tienen voluntad de cisma como el Obispo auxiliar de
Búfalo, tan solo lamentan las reformas del Vaticano II que llevan a
estos excesos.
En
esta iglesia neomoderna, es mejor ser luterano que militar en la
FSSPX. Ellos al luterano no le ponen esa característica cara de
asco, cuando ven un católico de la FSSPX.
Sigan
así neomodernos. Poco a poco se irán vaciando aún más sus
iglesias.
¡Ay
poliedro!, ¿qué demonio puede armarte?
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