Calesita

23 de septiembre: Fiesta del Santo Padre Pío

SÍNTESIS BIOGRÁFICA. – Francisco Forgione (1887-1968), llamado Padre Pío, por sus votos con los frailes menores. Nació en Pietrelcina, a los 16 años ingresa en el noviciado de los capuchinos, en 1910 fue consagrado sacerdote.
En 1918 se hacen visibles sus heridas en las manos, pies, costado y hombro. Luego de San Francisco de Asís, este otro Francisco, conocido hoy por Padre Pío de Pietrelcina, recibe los mismos estigmas de su fundador.
Desarrolló una actividad ejemplar en San Giovanni Rotondo, pero los místicos siempre se oponen a los gnósticos de turno; o mejor dicho, los gnósticos se sienten atacados por los místicos que el Espíritu de Dios suscita. Esto motivó una persecución en su contra.
TRADICIONAL GUERRA AL MÍSTICO. – Aislar y torturar al místico, es una costumbre milenaria dentro de ciertos sectores. ¿Los motivos? Los de siempre, casi los conocemos de memoria, pero todos giran sobre este eje: No existe nada de sobrenatural.
El padre Agustín Gemelli, franciscano, doctor en medicina, fundador de la Universidad Católica de Milán y amigo del papa Pío XI, publicó un artículo que decía que los estigmas del Padre Pío eran de origen neurótico. El Santo Oficio se basó en la opinión de este gnóstico, e hizo pública su desacertada opinión: «no se constata la sobrenaturalidad de los hechos».
ARRESTO CONVENTUAL. – El Santo Padre Pío fue obligado a no recibir visitas, ni mantener relación epistolar. En otras palabras fue condenado a una especie de arresto conventual. Así pasó 10 años ―de 1923 a 1933― obligado a permanecer aislado completamente del mundo exterior.
LA INSENSATEZ DE JUAN XXIII. – La misma persecución la recibió nuevamente de manos de Juan XXIII, un papa muy bueno, muy activo, muy bien intencionado, pero altamente ciego frente las realidades del mundo. Ahora la acusación se hace más insensata, se lo acusa de mantener relaciones amorosas con mujeres de su círculo, y así se lee en el diario de este pontífice:
Esta mañana recibí por Mons. Parente, informaciones gravísimas sobre el P. P. y cuanto se relaciona con San Giovanni Rotondo. El informador tenía la cara y el corazón destruidos. [...] Con la gracia de Dios, me siento tranquilo y casi indiferente como ante una dolorosa y vastísima infatuación religiosa, cuyo fenómeno preocupante comienza con una solución providencial. Lo siento por el P. P., que tiene sin embargo un alma que salvar, y por quien ruego intensamente. Lo acaecido ―esto es, el descubrimiento de estas filmaciones, si vera quae sunt referentur [‘si las verdades a las cuales se refiere’], sus relaciones íntimas e incorrectas con las mujeres que forman su guardia pretoriana hasta ahora infranqueable en torno a su persona― me hacen pensar en un vastísimo desastre de almas, diabólicamente preparado para desacreditar a la Santa Iglesia en el mundo, y especialmente aquí en Italia. En la calma de mi espíritu, humildemente persisto en creer que el Señor faciat cum tentatione provandum (‘haga de la tentación una prueba’), y de este inmenso engaño vendrá una enseñanza para la claridad y la salud de muchos.1
NUESTRO CAMALEÓN. – ¿Acaso es la primera vez que oímos estos argumentos? Hoy se agregan las ironías contra los correos marianos, del gnóstico, simulador y gran camaleón de Roma.
LOS REALISTAS. – Fue el Padre Carol Wojtyla, quien era también un gran místico, hoy ignorada y negada esta faceta por los gnósticos actuales, quien sabía ver la realidad tal cual era, por consiguiente, lo visita en 1947 y mantiene correspondencia con él. Ya siendo Juan Pablo II, lo canonizará y le compondrá una oración, la que dejamos al pie de este artículo.
NUESTROS PROTECTORES. – Los santos Juan Pablo II y Padre Pío, son los protectores de nuestra misión, elección hecha por Nuestra Señora. No puedo olvidar, que esto motivó la forzada carcajada de un imbécil que nos visita de vez en cuando, cuando se lo contamos.
GNOSIS CONTRA MÍSTICA. – Juan Pablo II y Padre Pío, son dos santos, dos místicos, y para los gnósticos, dos demonios. Pues la gnosis, no sabe ni puede distinguir entre la verdad y la mentira.
Oración compuesta por San Juan Pablo II al Padre Pío:
Enséñanos, te rogamos,
la humildad de corazón
para estar entre los pequeños del Evangelio
a quienes el Padre prometió
revelar los misterios de Su Reino.

Danos una mirada de fe capaz
de reconocer inmediatamente
en los pobres y en los que sufren
el mismo rostro de Jesús.

Sostennos en la hora del combate
y de la prueba y, si caemos,
haznos experimentar la alegría
del sacramento del perdón.

Transmítenos la tierna devoción hacia María,
madre de Jesús y nuestra.

Acompáñanos en la peregrinación terrenal
hacia la Patria beata,
a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar por toda la eternidad
la Gloria del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo.
Amén 2
1 Juan XXIII, diario del 25 de junio de 1960, en cuatro hojas; permaneció inédito hasta 2007, en que fue publicado por Sergio Luzzatto. Tomado de es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADo_de_Pietrelcina

2 Tomado de Tania Torres, en angelesymilagros.about.com/bio/Tanya-Torres-104424.htm

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