Calesita

A tres años de la Gran Renuncia


El 11 de febrero se cumplen tres años, desde la renuncia de Benedicto XVI al papado activo.
Desde entonces, han surgido a la luz, una serie de acontecimientos, que ya hacen posible una narración aproximada de lo sucedido.
En este relato, la primera consideración a tener en cuenta, consiste en que la renuncia de Benedicto XVI y la elección de Bergoglio, nada tienen que ver con la inspiración del Espíritu Santo, sino con una sórdida conspiración ejecutada fríamente, sin miramientos ni escrúpulos místicos. No estoy capacitado para decir que el Espíritu Santo se base en conspiraciones para obtener sus logros de Gracia, seguramente alguno lo creerá posible, pues en breve será el único argumento que podrá explicar esta serie de torpes acontecimientos, sin recurrir a la decadencia y autodestrucción impuesta al Cuerpo Místico de Jesucristo.
CONSPIRACIÓN EN “EJERCICIOS ESPIRITUALES”. – Una serie de cardenales apesadumbrados por el peso de la ortodoxia de Juan Pablo II, se refugiaron en San Galo, Suiza, llamada la “ciudad de los mil peldaños” por la cantidad de escalones en los costados de ambas colinas. Por supuesto, iban a este lugar paradisíaco, para hacer “ejercicios espirituales”. Allí se desarrollaron como conspiradores.
La psicología del conspirador, indica que es una persona hipócrita, pues responde al medio ambiente político, pero lo rechaza en el fondo de su corazón. Simula y tiende trampas.
¿Quiénes formaron el grupo conspirador de San Galo? Podemos decir que fue el encuentro de tres corrientes internas dentro de la iglesia. 
Una, la socialdemocracia, cuya cabeza visible fue Godfried Maria Jules Danneels, cardenal belga, arzobispo metropolitano de Malinas-Bruselas y presidente de la conferencia episcopal de su país natal desde 1979 hasta 2010. Este fue quien según la televisión flamenca, trató de convencer al Rey Balduino para que firmase la ley de aborto. Como vemos, socialdemócrata de pensamiento y de facto.
La segunda corriente, la comopone el idealismo teutón de Tubinga, cuya cabeza visible es Walter Kasper.
La tercera la forma la vanguardia jesuítica, cuyo cerebro fue el Cardenal de Milán, Carlo Maria Martini, un relativista sui generis, para quien la iglesia llevaba según sus palabras, un atraso de doscientos años.
Podemos agregar los cardenales Karl Lehmann siendo obispo de Maguncia; Cormac Murphy-O´Connor cardenal de Westminster, Inglaterra; el salesiano Adriaan Van Luyn, cardenal de Rotterdam, Holanda; el cardenal Achille Silvestrini italiano de la misma administración vaticana; y el británico Basil Hume.
Las tres corrientes se unen en el relativismo de esta torpe modernidad. Estos buenos cardenales, siempre despiertos en velar por los intereses de la iglesia, se consolaban mutuamente, en numerosos ejercicios espirituales, para sacar la iglesia de su atraso ancestral.
De esta conspiración surgirán dos cosas:
1. Una fuerte oposición para que el entonces Cardenal Ratzinger no sea electo Papa a la muerte de Juan Pablo II.
2. Proponer al jesuita de vanguardia Jorge Mario Bergoglio como papa, quien complacido había dado su consentimiento a la propuesta.
TODOS EXCOMULGADOS. – Con acierto reflexiona sobre esto Alberto Villasana 1 sobre el libro “El Gran Reformador" de Austen Ivereigh, quien revela la conspiración:
Seguramente Ivereigh no sabía que la Constitución que rige los cónclaves, la Universi Dominici Gregis, establece penas de excomunión latae sententiae (es decir automática, sin necesidad de declaración por parte de nadie) para los cardenales que promuevan votos a favor de algun otro cardenal (Art. 81, 82, 83).
Los responsables de ese cabildeo estuvieron excomulgados de inmediato, ipso facto, y eo ipso, según el derecho canónico, y dejaron de formar parte de la Iglesia. Más aún, la Constitución señala que también la persona que aceptó ese lobbing quedó excomulgada. Es decir, el mismo Bergoglio habría estado, según el Derecho Pontificio, fuera de la Iglesia al momento de su elección.2
EL CÓNCLAVE DE 2005. – Toda esta propuesta se vio frustrada en las sesiones del cónclave posterior a la muerte de Juan Pablo II. En este particular escribe Antonio Socci en Lo Straniero:
Según Fausti en el 2005 Martini y Ratzinger eran los dos candidatos opuestos y Martini tenía algunos votos más. Pero alguien deseaba eliminar ambos candidatos para elegir a uno de Curia, muy progresista, que no tuvo éxito.”
De este modo, - prosigue Fausti, – “descubierta la maniobra, Martini se reunió por la tarde con Ratzinger y le dijo: acepta mañana ser Papa con mis votos,... acepta tú que estás en la Curia desde hace treinta años, y eres inteligente y honesto: si logras reformar la Curia bien, y si no te vas.”
Lo que se teje, es más que un simple desbaratar un candidatura papal, pues todo parece indicar que se echan las bases de los futuros acontecimientos. En este terreno, el “Team Bergoglio”, hace una propuesta a Ratzinger: Ellos renuncian a la candidatura de Bergoglio, para que este a su vez renuncie en un plazo aproximado de dos años, y de este modo elevar a Bergoglio al papado.
Ignoramos como se hace este pacto, este es aún un punto oscuro y contradictorio dentro de los acontecimientos, lo cierto es que Martini pasa sus votos a Ratzinger, quien sería electo como Benedicto XVI. No podemos dejar de destacar este episodio, pues se hace difícil creer que la inteligencia de Martini otorgara tal cantidad de votos, si no recibía algo a cambio, pues con algo sólido debió convencer al Team Bergoglio.
LA PRISIÓN DE BEBEDICTO XVI. – Consumada la elección en 2005, mientras Benedicto XVI trata de hilvanar un papado, lentamente el grupo conspirador toma el control del Vaticano. El hecho se torna evidente cuando el Cardenal Angelo Sodano debe abandonar la Secretaría de Estado y es reemplazado por el oscuro salesiano Tarcicio Bertone, quien será el papa efectivo a partir de entonces. Benedicto XVI reina, pero se ve imposibilitado de gobernar.
Cumplido su aislamiento, se descartan todas sus decisiones, sobre todo aquellas que hacen al IOR y la administración vaticana.
CORRUPTELA VATICANA. – Es en esta administración donde el cardenal Carlo Maria Viganò, nombrado por Benedicto XVI, encuentra una total corrupción en las finanzas, y a quien Bertone destierra como Nuncio a los Estados Unidos.
LAS AMENAZAS. – Como el tiempo pasa, el “Team Bergoglio” comprende que Benedicto XVI no se prestó a la farsa y se impacienta al no ver su renuncia, por lo tanto se le hacen llegar dos amenazas:
1. Amenazas contra su vida:
El 24 de enero de 2012, un año antes de la escandalosa renuncia de Benedicto XVI, escribíamos que el Papa había sido amenazado de muerte si no se retiraba antes de un año. Hoy entendemos que los conspiradores exigían el cumplimiento de lo pactado. La noticia trascendió a la prensa, la cual, como de costumbre no dio la importancia que el caso merecía, pues no le convenía. En dicha ocasión escribíamos:
Afirma el periódico italiano Il Fatto Quotidiano del 10 de febrero de este año, que se le ha hecho llegar a Benedicto XVI un documento redactado en alemán,... La publicación de dicho documento, como los sonidos de los cuervos, abarca tres puntos:
El primer crascitar, habla de la deducción de la existencia de un complot de muerte contra el Papa, puesto que en su viaje a China, el arzobispo de Palermo, Paolo Romeo, habría deslizado una profecía, afirmando que Benedicto XVI moriría dentro de los doce meses siguientes. Por lo visto, nadie cree, que dicha premonición sea oriunda de una singular experiencia mística, todo lo contrario, al igual que el crascitar de un cuervo, se la oye como el resultado de ruines maquinaciones humanas.
A su vez Alberto Villasana hace observaciones muy interesantes sobre este tema, así escribe:
Ya el jesuita Arnaldo Zenteno, en el número 3 de su "Informe", había revelado que cuando el recién electo Francisco fue a Castel Gandolfo para visitar a Benedicto XVI, este último le confió que una de las causas que influyeron en su renuncia fue constatar las amenazas que recibió, pues ya se había tomado la decisión de matarlo. Fue por esto que, en una jugada para neutralizar el atentado, hizo pública su renuncia y así desarmó el intento de homicidio. Eso ya hace que una elección no sea "libre".3
2. Amenazas de cisma:
Las amenazas por no prestarse a la renuncia, llegaron desde lo físico a lo moral. Hablamos de la amenaza de cisma, por la que le hicieron conocer una lista con firmas de sacerdotes, religiosos, obispos y cardenales modernistas preparados para constituir una nueva Iglesia separada de Roma.
¿DESPERTAR UN GIGANTE DORMIDO? – En este estado de situación, se da el llamado Escándalo del Vatileaks, donde funcionarios dejan trascender documentación confidencial de situaciones de corrupción dentro del Vaticano. Tal vez, se deba entender esta situación, frente la impotencia de ver al Papa prisionero en su misma torre de mando, y se buscó con este medio despertar ciertos sectores de la Iglesia, para que reaccionaran.
Todo se redujo a esta ingenuidad. Paolo Gabriele, quien había trabajado como mayordomo del Papa desde el 2006, fue arrestado por este motivo y afirmó que lo hizo para defender al Papa.
Es entonces que nos preguntamos, ¿despertar la Iglesia? Es inútil, el somnífero del Vaticano II, le hizo bajar la guardia y la hizo dormir por más de medio siglo. Hoy, en plena crisis, comienza a abrir los ojos muy lentamente.
LA RENUNCIA. – Que Benedicto XVI fue comprimido a renunciar “en libertad”, lo confiesa sin tapujos L'Avennire, periódico de los obispos italianos, el 7 de enero de 2015:
"...existieron ambientes que por motivos de poder y hostigamiento, traicionaron y complotaron para eliminar al Papa Ratzinger, y lo obligaron a renunciar".4
Con acierto razona Villasana:
El problema está en que, al haber renunciado en parte por esa presión (declaró en su discurso de anuncio no tener la edad y las fuerzas para enfrentar algo "grave"de la Iglesia), su decisión no fue del todo libre, por lo que canónicamente el acto es nulo por inexistencia. Ciertamente él dijo que renunciaba "libremente", sin duda con el objeto de no causar un escandaloso terremoto en la Iglesia, y tal vez porque quiso autoconvencerse de su "libertad", pero la resolución que adoptó está viciada in radice (desde su raíz) por esa violencia moral, lo cual anula la validez del hecho. Cualquier canonista conoce esto a la perfección. 5
Con su renuncia comenzó la farsa que hoy vivimos. Renuncia inválida por su misma naturaleza de ejecución. A los conspiradores poco les importó la realidad última de los acontecimientos, como hacen muchos ingenuos y ciegos en la actualidad, solo miran la formalidad, a pesar que esta esté viciada de nulidad. Hoy solo se mira las marionetas, siendo Bergoglio un fantoche de lujo. Sabían los conspiradores con qué clase de iglesia se movían, con esta, la del sueño profundo, la que solo mira las apariencias formales: La iglesia de los leguleyos y sonámbulos. Por esto escribíamos el 27 de febrero de 2013:
Si la cabeza de la Iglesia vive desorientada, la administración mostrará su descontento y anarquía, cosa que un buen observador ha notado en estos últimos meses; al mismo tiempo, el resto del cuerpo de la Iglesia como una barca, navega a la deriva, abandonando al capitán a su propia suerte.
RENUNCIA IMPOSIBLE. – Pero Benedicto XVI es un excelente teólogo, y conoce que una renuncia al papado en estas circunstancias es inútil. Por ello razona Villasana:
Además, existen sobrados indicios de que Benedicto XVI era consciente de que, a pesar de ese movimiento magistral, seguiría siendo el Vicario de Cristo, y que solo estaba renunciando a los cargos administrativos del papado.
En su discurso de despedida de la curia, el 27 de febrero, el día anterior a tomar el helicóptero y retirarse temporalmente a Castel Gandolfo, habló de la vocación que recibió de Dios al haber sido electo Papa el 19 de abril de 2005. Allí dijo (párrafo 23) que el llamado que recibió de Cristo es ad vitam, y que nunca podrá renunciar a él (como siempre lo entendieron todos los Papas en la historia de la Iglesia): "El "siempre" es también un para siempre–no hay más un retorno a lo privado", dijo claramente.
Además, estableció ante los órganos jurídicos de la Iglesia que él conservaría la sotana blanca, mantendría el apelativo "Su Santidad", conservaría las llaves de Pedro en su escudo, y seguiría siendo Papa, añadiendo simplemente el apelativo "emérito". Esto es muy significativo pues, cuando el Papa Gregorio XII renunció, volvió a ser cardenal, y cuando el Papa Celestino V renunció, volvió a ser monje religioso. No lo decidió así Benedicto XVI.
Con estas medidas, Benedicto, muy poco hábil en cuestiones políticas, debe haber intentado salvar la doctrina, cosa que no hizo en absoluto, y abrió la puerta al Team Bergoglio. 
De todos modos, todo se muestra al observador como el resultado de un pacto de dos bandos opuestos, donde el Papa renuncia como emérito, y le sucede otro Papa. Teoría esta que para los modernistas es de avanzada, esa avanzada de la vanguardia jesuítica; pero para los católicos de siempre, es una degeneración del papado. En su mayoría, la Iglesia jerárquica hizo lo de siempre: dormir.
LOS FRAUDES DEL CÓNCLAVE DE 2013. – Escribe Alberto Villasana sobre el mismo:
...dos libros ... dan a conocer graves irregularidades que se cometieron en el cónclave que eligió a Francisco.
El primero es el libro de Elisabbeta Piqué (biógrafa autorizada de Bergoglio desde Argentina) titulado "Francisco, vida y revolución". Piqué supo, por el mismo Francisco, lo que sucedió dentro del cónclave.
El otro libro es del famoso vaticanólogo Antonio Socci "Non è Francesco" (El Papa no es Francisco).
Las revelaciones de Piqué son tan consideradas como provenientes de Francisco que el Osservatore Romano, periódico oficial de El Vaticano, publicó el capítulo en que se narra la forma en que se desarrolló el cónclave. También hizo lo mismo Radio y Televisión Vaticana. Y es que Bergoglio, al ser electo Papa, sintió que la amenaza de excomunión -que recae sobre cualquier cardenal por revelar lo sucedido en el cónclave- ya no le afectaba, y le narró a la periodista cómo sucedieron las cosas dentro de la Capilla Sixtina.
La narración: en el cónclave, la tarde del 13 de marzo, en la cuarta votación del día, aparecieron 116 votos, cuando solo había 115 cardenales en el aula. Un cardenal metió una papeleta de más. Esa cuarta votación la ganó el Cardenal Angelo Scola de Milán (la misma Conferencia Episcopal Italiana emitió un boletín felicitando a Scola por haber sido electo Papa).
 La votación se anuló indebidamente. El sitio de Angelo Scola publicó que el recién electo Papa tomó el nombre de Juan XXIV. Lo replicó también Wikipedia. A los pocos minutos ambos sitios quitaron ese resultado.
Ahora bien, la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (Art. 69) establece que cuando hubiera dos papeletas dobladas como proviniendo de un mismo cardenal y tuviesen el mismo nombre o uno estuviese en blanco, se debe contar como un solo voto. Si, en cambio, lleva dos nombres diversos, se anulan ambas papeletas y ninguno de los dos votos es válido. Pero claramente establece: "en ninguno de los dos casos se deberá anular la elección". En este caso, hubo una papeleta blanca de más. Y no se siguió lo establecido, sino que se anuló la elección, cosa que estaba expresamente prohibido.
Contraviniendo las disposiciones de la Constitución, la cuarta votación se declaró nula, obligaron al Cardenal Angelo Scola, recién electo Juan XXIV, a renunciar y regresar a la Capilla Sixtina, y se procedió a una quinta votación, en la que salió electo Jorge Mario Bergoglio.
Esa fue la segunda irregularidad del cónclave, pues la Constitución establece (Art. 63) que solo debe haber cuatro votaciones cada día, dos por la mañana y dos por la tarde.
La situación de que la designación de Bergoglio pudiese ser efectivamente inválida resulta clara, según dicen los canonistas, si nos atenemos al artículo 76, el cual afirma que: "Si la elección se llevase a cabo de forma diversa a como está prescrito en la presente Constitución o no se hubieren observado las condiciones establecidas la elección es, por ello mismo, nula e inválida, sin que intervenga ninguna declaración a propósito y, por lo mismo, ésta no confiere ningún derecho a la persona elegida". 6
CONCLUSIÓN. – Este breve relato, si bien abre un poco la ventana para que ingrese un leve rayo de luz, es aún prematuro. Seguramente, los años siguientes aportarán más datos que revelarán con lujos de detalles, esta total payasada ejecutada por una pléyade de cardenales traidores y otra de cardenales inútiles; payasada ejecutada ante nuestras propias narices. Lo único cierto, es la crisis actual. Y concluimos con un párrafo de Villasana:
Este cúmulo de evidencias llevó al Cardenal George Pell a declarar que Francisco bien podría ser el 38 antipapa en la historia de la Iglesia, y no el Papa 266, como la inmensa mayoría cree.7


1 Protesta del autor: El hecho que exponga opiniones de Alberto Villasana, de ningún modo implica que esté de acuerdo con su milenarismo.
2 http://www.ultimostiempos.org/7-noticias/171-antipapa
3 Ibídem.
4 L'Avvenire, 7/1/2015. Pág.2, Editorial a cargo del director Marco Tarquinio.
5 http://www.ultimostiempos.org/7-noticias/171-antipapa
6 Ibídem.
7 Ibídem.

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