Calesita

Cuando Adán creó a Dios


Afirma Bergoglio predicando en la “cumbre” del Sermón de Santa Marta:
...‘el protagonista de la Iglesia’ es el Espíritu Santo. 1
Lamentamos decir que esta afirmación es incompleta, puesto que es una media verdad. El Espíritu Santo sin el acompañamiento de la Iglesia, no puede hacer nada. Esta expresión lleva implícito un determinismo, tal como lo puede entender un iconoclasta-protestante; pues Francisco es uno más de ellos, uno más del montón de la protesta luterana.
EL DETERMINISMO BERGOGLIANO. – La Iglesia no está determinada, sino protegida contra las puertas del infierno, que en este momento tomaron el Vaticano por asalto. Dios necesita de la libertad del hombre. Dios puede hacer muchas cosas, pero hay una que nunca hace: obligar a creer, obligar a actuar.
Por este motivo, no es un protagonismo del Espíritu Santo a lo Hegel y Kasper, sino un co-protagonismo. Y en este co-protagonismo, el hombre debe humillar su cabeza y obedecer. Solo en este caso el hombre humilde puede decir:
...el Espíritu el que lo hace todo, el Espíritu es el que lleva adelante a la Iglesia... 2
San Juan Bosco decía que toda su obra la había hecho la Virgen María; pero sin Don Bosco, la Sma. Virgen no podría haber hecho nada. Ella misma engendró al Hijo de Dios en el hombre, del cual nació Jesús; pero primero se le pidió su consentimiento, pues Dios no actúa a lo musulmán, no avasalla ni coacciona la libertad de nadie.
OTRA MEDIA VERDAD. – Como estamos acostumbrados, esta es otra media verdad, no de un cura rural, ni de un diácono ordenado a las apuradas, sino de alguien que pretende ser nada menos que Papa. Y como dijimos, las medias verdades son auténticas y verdaderas herejías.
Si logramos entender esto, veremos que este párrafo de la homilía bergogliana, carece de todo sentido:
El Espíritu ponía a los corazones en un camino nuevo: eran las sorpresas del Espíritu. Y los apóstoles se encontraron en una situación que nunca hubieran creído, situaciones nuevas. Y ¿cómo manejar estas nuevas situaciones? 3
VIRTUDES DE LA SINERGIA. – Si las virtudes básicas, para la sinergia entre Dios y el hombre, son la humildad y la obediencia. Entonces nos preguntamos: ¿qué sorpresa puede existir en una orden del Espíritu? Siendo el Padre quien da la orden (no el Espíritu), ¿quién es el impío que no sepa como manejar la situación? Tan solo debe actuar confiadamente y con Fe.
AUSENCIA DE OBEDIENCIA. – Es curioso que un jesuita no hable de la obediencia, pues si así lo hiciera, le preguntaríamos si obedeció cuando conspiraba con el grupo San Gallo; o si realmente obedeció el Summorum Pontificorum, cuando introdujo un nuevo rito, mezcla gregoriano, mezcla Novus Ordo.
De aquí todas estas expresiones, parecen originarse, en la interpretación de alguien que no está acostumbrado a obedecer mucho:
Los discípulos 'tenían la papa caliente en las manos y no sabían qué hacer’.
...Éste es el camino de la Iglesia ante las novedades, … las sorpresas del Espíritu, porque el Espíritu siempre nos sorprende... 4
LA SORPRESA. – La sorpresa, no es ni buena ni mala, solo depende del fin con que se hace. La sorpresa puede causar alegría, cuando el esposo sorprende a la esposa con un regalo; pero también es el arma letal en una guerra, cuando se sorprende al enemigo. Por este motivo el asaltante del camino, siempre lleva ventaja, pues sorprende con el robo.
LUCIFER, EL SORPRENDIDO. – Para Bergoglio, la Iglesia es la sorprendida, pero también Lucifer es el sorprendido. Ya dijimos que en el discurso de Bergoglio existen dos mensajes paralelos. En la guerra cósmica, esta que se desarrolla entre los dos signos del Cap. XII del Apocalipsis, el demonio, Lucifer, siempre es el sorprendido. Si cambiamos el sujeto, esta expresión puede estar perfectamente en boca del demonio:
Él [Dios] ... siempre nos sorprende... y esta sorpresa es una papa caliente en las manos y como es sorpresa no sabemos en un primer momento qué hacer.
Otra expresión que puede ser tomada de dos modos, o que presenta dos caras, es esta:
...piensen en el Vaticano II, en las resistencias que tuvo el Concilio Vaticano II. Y digo esto porque es el más cercano a nosotros. Cuántas resistencias: ‘pero no…’ Aún hoy, resistencias que siguen de alguna forma. Y el Espíritu va adelante. 5
EL “SANTÍSIMO” Y “PULCRO” VATICANO II. – Bergoglio da por sentado, que el Vaticano II es una obra absoluta de Dios, ergo es santísimo; nada dice del doble lenguaje empleado en dicho Concilio, doble lenguaje, tal como lo hace él. Sucede que para él nos hallamos en la era del Espíritu Santo, donde Jesucristo es un camino. Nuevamente nos hallamos en el doble lenguaje, en su doble lengua:
Aún hoy, en la Iglesia, así como ayer, hay resistencias contra las sorpresas del Espíritu, ante las situaciones nuevas, pero Él nos ayuda a vencerlas y a ir adelante, seguros, por el camino de Jesús. 6
TODO ES CAMINO, ACCIÓN, PROCESIÓN. – Jesucristo es el Camino Doctrinal, no es el Camino procesional. Si Cristo se reduce a una procesión, no distinguiríamos al Hijo del Espíritu Santo, pues todo es Camino; pero aquí el Camino es una procesión, de allí que la minúscula mente bergogliana, todo lo reduce al camino como procesión, como acción; ergo estamos en el joaquinismo moderno.
PENSAMIENTO JOAQUINISTA. – Jesucristo fracasó, pues la Iglesia minimiza, ridiculiza y busca eludir sus enseñanzas, su doctrina; a tal punto que las reduce a simples ideas abstractas. Ante el fracaso de Jesucristo con su doctrina, aparece el Espíritu Santo para producir sorpresas y en cierto modo ver como se puede recomponer todo este gigantesco desorden; confusión que Bergoglio produce en la Iglesia, pues su mente dividida y comprimida a la acción, no da para iluminar a un mundo que no quiere ser iluminado en absoluto. En este sentido cierto sector de la Iglesia, según su criterio, se resiste. Expresión esta, que debe ser tomada en los hombres están dentro de ella.
LA RESISTENCIA. – El tema de la resistencia es otro, donde el heresiarca Bergoglio hace girar las agujas del reloj en forma inversa. La resistencia es una procesión, puede ser buena o mala, según su fin. Las tentaciones de la concupiscencia deben ser resistidas, y aquí la resistencia es una virtud. Cuando se afirma la doctrina católica, frente la hipocresía del mundo, la resistencia es afirmar la única Verdad, que procede de Jesucristo. El mártir, es quien hizo resistencia a las fuerzas del mal. Por consiguiente, resistir los cambios doctrinales del dúo dinámico, Kasper – Bergoglio, es una virtud, idéntica al mártir.
NOVEDAD CONCILIAR. – En cambio aquí el término resistencia se aplica a las novedades, es decir a cosas nuevas, situaciones novedosas y el Concilio es la gran novedad; con lo cual estamos ante una ruptura de la Tradición, caso contrario no sería novedad. Una ruptura confesada por nuestro heresiarca sentado en el solio de Benedicto XVI.
¿Qué hacer entonces? ¿Seguimos las novedades del Concilio o nos aferramos a la Tradición? La respuesta del heresiarca es clara y nítida, el Espíritu produce novedades, es decir, nos hace hacer cosas que están reñidas con lo que ayer hacíamos. Por lo tanto no resistirse, echarse en los brazos de la novedad y arrojar la Tradición por la borda.
LA NOVEDAD DE LA NOVEDAD... – Pero aquí surge otra novedad. Es otra que nos aporta la novedad conciliar: la desolación, el cierre de iglesias y una apostasía general, donde las iglesias quedan vacías.
¿Qué hacemos Bergoglio? ¿Cuándo saldrá una luz dentro de tu lúcido desorden mental? ¿Nos arrojamos a la novedad de vaciar las Iglesias? ¿Nos echamos en los brazos de los iconoclastas, ya sean protestantes, judíos o musulmanes, como hace Ud.? ¿O nos volvemos a la Tradición?
Y ADÁN CREA A DIOS. – Pero estamos hablando de novedades, de situaciones nuevas. ¿Quién aporta estas situaciones nuevas, Dios o el hombre? Dios es inmutable, de allí que las novedades emanan de la procesión humana, es su producto. Dicha procesión se sujeta siempre a la forma para realizarla, nunca para cambiarla por otra forma distinta. Por lo tanto, cuando oímos del heresiarca Bergoglio que cierto sector de la Iglesia se resiste a los cambios novedosos, es porque dichos cambios novedosos intentan cambiar la forma de la Iglesia basada en su doctrina. La resistencia es indicio, que la procesión no puede generar otra Iglesia distinta a la del Espíritu. En otras palabras, así como Adán nunca puede crear a Dios, así Bergoglio no puede crear la Iglesia.
1 http://www.aica.org/22935-francisco-aun-hoy-la-iglesia-se-resiste-las-sorpresas-del.html
2 Ibídem.
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 Ibídem.
6 Ibídem.

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