John Fisher en The
Remnant del martes 22 de septiembre último, realiza algunas
consideraciones sobre esta actualidad y esta modernidad
pseudo-católica.
Desde su artículo titulado
“El Puño de Hierro del Papado y los Testaferros de su Mente”,
1
afirma:
Cuando el mismo Papa
sacude y fisura los verdaderos cimientos de la roca sobre la que
descansa la Fe, y cuando de este modo se amenaza en dar rienda suelta
a las fuerzas que están detrás de las puertas del infierno en medio
de nosotros, debemos hablar claro y debemos hablar con firmeza y en
voz alta.
LA “CONSPIRACIÓN” DE
SAN GALLO. – Fisher, como la
mayoría de los católicos, no ha intuido el fraude pergeñado detrás
de los telones del Grupo titulado por algunos como “mafioso”
y que se venía reuniendo en San Gallo, tampoco ha intuido la
orquestación secreta hecha entre los frescos del Vaticano, la cual
se centra en los escandalosos episodios de la Renuncia papal y la
elección de un Papa que no es Papa, sino un fraude, quien actúa
como “Obispo de Roma”. Muchos, como lo hace Fisher con muy buena
intención, no han dado en la médula del problema que aflige al
Vaticano. El problema no es el Papado, sino un papado fingido, y sus
verdaderos artífices, que vivían a la sombra, hoy son lentamente
reconocidos.
Y continúa nuestro
comentarista:
La verdad es que a pesar
del Vaticano II y de todas sus trivialidades hacia los fieles, los
fieles católicos nunca son escuchados. Los fieles no fueron
escuchados cuando se dieron vuelta los altares, los fieles no fueron
escuchados cuando se arrancó la balaustrada, y los fieles no fueron
escuchados cuando se cambió la liturgia.
¿ESCUCHAR A LOS FIELES?
– Realmente, Fisher es un
inocente. ¿Que se escuche a los fieles? ¡Pero si ni siquiera
escuchan lo que el cielo dice! De todos modos, existen dos cosas que
nunca consultan: la necesidad de los fieles y las directivas directas
del cielo. Los fieles, como el cielo, son dos entes abstractos, dos
sombras inexistentes en esta caverna del neo-modernismo eclesial.
Hoy, para hacerse escuchar, al menos se debe ser presbítero
reconocido. El resto vive no solo en el anonimato, sino en el
desprecio. Algo, que por experiencia personal he aprendido, cuando se
habla con un presbítero, ellos siempre se suben a su propia cátedra,
ya sea para imponerse, ya sea para amenazar, y no existe forma de que
al menos consideren lo que se les dice. ¿Qué son entonces los
laicos del “Vaticano
2.1”? Peones rasos
para avanzar sobre terreno adverso y último palo de un dormidero de
gallinas.
LA “INTELLIGENTSIA”
JERÁRQUICA. – Y continúa
Fisher en su observación:
Estas acciones fueron el
resultado del "laicismo cristiano" y de una cierta banda de
la “intelligentsia” dentro de la jerarquía.
Observación altamente
acertada, me incluyo, porque yo fui miembro seguidor de esta
“intelligentsia”.
“FRACASO
ABISMAL”. – A
partir de aquí, Fisher prosigue evaluando los resultados de la
“intelligentsia”
y
busca hilvanar un juicio histórico de lo que se propuso la jerarquía
eclesial, titulándolo de “fracaso
abismal”,
porque:
...resultó ser un no
intencional tiro por la culata, y en lugar de hacer lo profano
sagrado mediante la apertura de las puertas de la Iglesia al mundo,
lo sagrado se hizo profano.
Evidentemente, este laicismo
empujó a miembros consagrados y laicos afuera de la Iglesia, y ahora
se pretende abrirles las puertas, como dice Fisher:
Esta vez, son las puertas
de la Misericordia que se van a abrir. El amor ardiente de la
Misericordia sin arrepentimiento es para fijar un mundo en llamas.
De esta forma llegamos a la
novedosa iglesia que ya no se considera católica, ni fiel a su moral
doctrinaria, porque...
...el pecado y el
escándalo son bienvenidos e incluso celebrados.
OLOR DE AZUFRE. – De
este modo se abren las puertas del infierno de par en par:
Tristemente, tal
propuesta de Misericordia puede llegar a ser un verdadero incendio,
de hecho, y en última instancia puede ir acompañada para muchos por
el hedor de azufre. Sólo el buen Dios lo puede decir.
INSULTOS BERGOGLIANOS. –
¿Pero qué sucede cuando
basados en la Tradición se opina lo contrario, pues se pretende
continuar en la doctrina de siempre?
... el puño de hierro
del papado aplasta sin piedad los testaferros de su imaginación. Las
personas que se resisten son "fundamentalistas", "loros
que recitan el credo cristiano", "contadores de rosarios,"
y "cristianos hipócritas." Esos insultos, y muchos, muchos
otros, que se han lanzado a sus propios Fieles por el Papa de la
Misericordia...
Me incluyo como receptor de
dichos insultos, soy un fundamentalista y loro que
recita el credo cristiano, después de todo, es lo que mandó Nuestra
Señora, recitarlo tres veces al día. Lógicamente a esta corriente
religiosa, recitar el credo los saca de quicio. Los “contadores
de rosarios” son los seguidores de Mons. Fellay. No creo que el
insulto les caiga bien, pero seamos comprensivos, es la falta de
misericordina, que a veces crea adicción.
AUTOCRACIA CLERICAL. –
Así es como lo hace toda la
jerarquía eclesial, puesta un escalón arriba de sus fieles, no
soporta que se les diga los errores que cometen, de allí que muchas
veces, es mejor ni hablar. En esto, Bergoglio, parece ignorar lo que
es la decencia verbal. Es el neo-modernismo católico, una autocracia
de ilustrados, y sabelotodos. Y como afirma Fisher:
La realidad del
catolicismo, tal como se practica por los actuales fieles católicos,
está tan lejos de las caracterizaciones que hace este obispo de Roma
que sus acciones y palabras son risibles. No existen jueces
católicos. Los Católicos enjuician sólo las acciones, no las
personas. Incluso entonces, los católicos juzgan con la
misericordia, el perdón y la caridad, y sólo cuando sea necesario
para proteger nuestra fe y nuestras familias.
¿QUÉ BUSCA ESTA
REVOLUCIÓN VATICANA? – Esta
es una era de crisis, por ello sigue escribiendo John Fisher:
Como el Papa Benedicto
XVI, o Juan Pablo II señaló, hay una línea muy fina entre la
aprobación y la facilitación. Y, con tan fuerte propaganda
anticatólica que viene del Vaticano en estos días, uno sólo puede
preguntarse si es la aceptación de las personas o la facilitación
del pecado que Roma busca. En este momento, no se ve bien, y lo que
sucede después cualquiera puede adivinarlo.
LA TRIBULACIÓN. –
Finalizando su artículo, el autor une la claridad, la Luz con la
voluntad divina, y así concluye su pensamiento:
Esperemos que el Espíritu
Santo finalmente decida que su voluntad sea conocida, y de este modo
liberarnos de esta tribulación.
1
The Iron Fist of the Papacy and the Strawmen of its Mind
http://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/2021-the-iron-fist-of-the-papacy-and-the-strawmen-of-its-mind
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