Entre el oro y el plomo,
solo existen tres electrones de diferencia.
Entre la Catena Aurea de Santo Tomás y la Catena Plumbea donde interviene Bergoglio, también existen tres electrones de diferencia. Un electrón para transformar lo sagrado en profano, un electrón para disimular lo que no se es, y otro electrón para manifestar los errores dogmáticos con astucia suma.
Entre la Catena Aurea de Santo Tomás y la Catena Plumbea donde interviene Bergoglio, también existen tres electrones de diferencia. Un electrón para transformar lo sagrado en profano, un electrón para disimular lo que no se es, y otro electrón para manifestar los errores dogmáticos con astucia suma.
El oro representa la
divinidad; el plomo, llamado plumbum en latín, origina el
adjetivo plumbeus, el cual, no solamente significa que algo posee
plomo, sino que se es un necio o estúpido.
Pero esta no es la cuestión.
En esta Catena Plumbea, Bergoglio afirma que Jesús no es Dios y que la Sagrada Familia brilla por su ausencia, pues no se menciona ni una sola vez.
The Remnant sacó una nota solicitando se firme, para que el
denominado Francisco, rectifique su rumbo o renuncie. Nada más
ingenuo. A un demonio no se le pide que se rectifique ni que
renuncie, a un demonio se lo expulsa sin más. Algo que, quienes tienen
autoridad, deberían meditar.
Desarrollemos esta Catena
Plumbea:
1. Lucas 2, 42 y 43:
Teniendo el Niño ya
doce años cumplidos, habiendo subido a Jerusalén, según solían de
aquella solemnidad; acabados aquellos días así que se volvían, se
quedó el niño Jesús en Jerusalén sin que sus padres lo
advirtiesen.
Griego
La manifestación de su
sabiduría no pasó más allá de lo que permitía su edad, porque
entramos por lo general a los doce años en el dominio de la razón,
y a esa edad fue cuando se manifestó la sabiduría de Jesús.
San Ambrosio, in Lucam, 2
También puede decirse que a
los doce años empezó la controversia del Señor y en verdad que
este número de doce debía ser el de aquellos que habían de
predicar la fe evangélica.
Bergoglio, in Lucam 1
Cuánto
bien nos hace pensar que María y José enseñaron a Jesús a decir
sus oraciones. Y esto es una peregrinación, la peregrinación de
educar en la oración. Y también nos hace bien saber que durante la
jornada rezaban juntos; y que el sábado iban juntos a la sinagoga
para escuchar las Escrituras de la Ley y los Profetas, y alabar al
Señor con todo el pueblo. Y, durante la peregrinación a Jerusalén,
ciertamente cantaban con las palabras del Salmo: «¡Qué alegría
cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor” etc.... »
(122,1-2).
Beda
La ida del Señor con sus
padres a Jerusalén todos los años por la Pascua, es una señal de
humana humildad. Porque es deber del hombre acudir a ofrecer
sacrificios al Señor y hacérsele propicio por medio de oraciones.
Hizo, pues, el Señor entre los hombres, habiendo nacido hombre, lo
mismo que Dios había mandado a los hombres por medio de sus ángeles.
Por lo que dice: "Según solían en aquella solemnidad".
Sigamos, pues, el camino de su vida humana, si nos deleita la idea de
ver la gloria de su divinidad.
Bergoglio, in Lucam
Podemos
ver a menudo a los peregrinos que acuden a los santuarios y lugares
entrañables para la piedad popular. En estos días, muchos han
puesto en camino para llegar a la Puerta Santa abierta en todas las
catedrales del mundo (?) y también en tantos santuarios (?) 2.
Pero lo más hermoso ... es que la peregrinación la hace toda la
familia. Papá, mamá y los hijos, van juntos a la casa del Señor
para santificar la fiesta con la oración. 3
Es una lección importante que se ofrece también a nuestras
familias. Podemos decir incluso que la vida de la familia es un
conjunto de pequeñas y grandes peregrinaciones.
2. Lucas 2, 44 y 47:
Antes bien creyendo
que venía con alguno de los de su comitiva, anduvieron la jornada
entera buscándole entre los parientes y conocidos. Y como no le
hallasen, se volvieron a Jerusalén en busca suya. Y al cabo de tres
días de haberle perdido, le hallaron en el templo sentado en medio
de los doctores, que ora los escuchaba, ora les preguntaba; y cuantos
le oían, quedaban pasmados de su sabiduría y sus respuestas.
Griego
Una vez celebrada la fiesta,
cuando todos se volvían, Jesús se quedó sin que nadie lo notara,
según estas palabras: "Acabados aquellos días, así que se
volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres
lo advirtiesen". Dice, pues: "Acabados aquellos días",
porque la solemnidad duraba siete días. Permanece oculto para que
sus padres no le impidan disputar con los doctores de la ley. O tal
vez para evitar que pareciese que menospreciaba a sus padres, si no
obedecía sus mandatos. Se queda, en conclusión, sin que nadie lo
note, para que no se lo estorben y para no ser desobediente.
Orígenes, in Lucam, 19
No debe llamar la atención
que se designe con el nombre de padres a aquellos que merecieron, una
el nombre de Madre por haberle dado a luz, y otro el de padre, como
protector suyo que era.
Beda
Pero alguno preguntará,
cómo el Hijo de Dios, objeto de tanto cuidado por parte de sus
padres, pudo quedar olvidado. A lo que se debe responder que era
costumbre entre los israelitas, en los tiempos de las fiestas, bien
cuando acudían a Jerusalén, o ya cuando volvían a sus casas, el ir
separados los hombres de las mujeres, que los niños podían ir
indiferentemente con el padre o con la Madre. Por tanto que San José
y la Santísima Virgen, no viendo al niño a su lado, creyeron cada
uno por su parte que iría en compañía del otro. Por lo cual sigue:
"Antes bien, creyendo que venía con alguno de los de su
comitiva", etc.
Bergoglio, in Lucam
Sabemos lo que hizo Jesús
aquella vez. En lugar de volver a casa con los suyos, se había
quedado en el Templo de Jerusalén, causando una gran pena a María y
José, que no lo encontraban.
3. Lucas 2, 48 y 50:
Al verle, pues, sus
padres, quedaron maravillados. Y le dijo su Madre: "Hijo ¿por
qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo,
llenos de aflicción, hemos andado buscándote". Y El les
respondió: "¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que yo
debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre?"
Mas ellos no entendieron el sentido de su respuesta.
Orígenes, in Lucam, 19
No lo encontraron
inmediatamente después que lo buscaron, porque Jesús no está entre
los parientes y deudos, según la carne; ni entre los que están
unidos a El por los lazos del cuerpo; ni puede encontrarse mi Jesús
entre la muchedumbre. El lugar en que lo encontraron los que buscaban
no es un lugar cualquiera -fijémonos bien en ello- sino el templo.
Busquémoslo también nosotros, por tanto, en el templo de Dios.
Busquémoslo en la Iglesia, busquémoslo entre los doctores que se
hallan en el templo, porque si así lo hacemos, lo encontraremos.
Glosa
O porque no encontraron a
Cristo los patriarcas buscándolo antes de la ley, ni lo encontraron
los profetas y los justos buscándolo bajo la ley, y lo han
encontrado las naciones buscándolo bajo la gracia.
Orígenes, in Lucam, 19
No lo encuentran entre los
parientes, porque el parentesco humano no podía contener al Hijo de
Dios, ni entre los conocidos, porque está sobre el conocimiento y la
ciencia humana: ¿en dónde lo encuentran, pues? En el templo. Si,
pues, nosotros lo buscásemos también alguna vez, busquémoslo en el
templo. Apresurémonos a ir allí, que allí sí encontraremos a
Cristo, palabra y sabiduría. Esto es, al Hijo de Dios.
San Ambrosio
Después de tres días se le
encuentra en el templo, para indicar que tres días después del
triunfo de su pasión, y cuando se lo creía muerto, resucitaría y
se mostraría a nuestra fe en trono celestial y en honor divino.
Bergoglio, in Lucam
La pregunta de María,
además, manifiesta un cierto reproche, mostrando claramente la
preocupación y angustia, suya y de José.
Beda
No los reprende porque lo
buscan como hijo, sino que les hace levantar los ojos de su espíritu
para que vean lo que debe a Aquel de quien es Hijo eterno. Por esto
sigue: "No sabíais que yo debo emplearme", etc.
Orígenes, in Lucam, 20
No sabían si diciéndoles
"en las cosas de mi Padre", quería decirles "del
templo", o de otra más elevada y edificante, porque cada uno de
nosotros, si es bueno, es asiento de Dios Padre, y si alguno de
nosotros es asiento de Dios Padre, tiene consigo a Jesús su Hijo.
Beda
Porque les hablaba por
cierto de su divinidad.
Bergoglio, in Lucam.
Por su «aventura»,
probablemente también Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres.
El Evangelio no lo dice, pero creo que lo podemos suponer. 4
4. Lucas 2, 51:
En
seguida se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto.
Orígenes, in Lucam, 20
Aprendamos también nosotros
mientras somos hijos a vivir sometidos a nuestros padres. Y si
nuestros padres faltan, vivamos sometidos a aquellos que hacen la vez
de padres por su edad. Jesús, a pesar de ser Hijo de Dios, vive
sometido a José y a María. Yo, por ejemplo, debo vivir sometido al
obispo a quien se me ha designado como padre. San José comprendía
sin duda que Jesús era más grande que él, y por ello respetuoso,
moderaba su autoridad. Tengamos, pues, presente que muchas veces es
mayor que nosotros el que nos está sometido, y así el que está
constituido en dignidad superior no se ensoberbecerá sabiendo que es
más que él aquel que le está subordinado.
San Gregorio Niceno, in
Cat. graec. Patr.
Además, los jóvenes
todavía no tienen el discernimiento bien desarrollado -o sea la
inteligencia- y necesitan que los conduzcan a un estado más perfecto
los que tienen más edad -o lo que es lo mismo, que los lleven como
de la mano a lo mejor aquellos que son más perfectos-. Teniendo
Jesús doce años obedece a sus padres para dar a conocer que todo el
que se perfecciona por grados en la virtud, antes de llegar al
término de su perfección debe abrazar para su utilidad la
obediencia como medio de llegar al bien.
Bergoglio, in Lucam
Al regresar a casa, Jesús
se unió estrechamente a ellos, para demostrar todo su afecto y
obediencia. Estos momentos, que con el Señor se transforman en
oportunidad de crecimiento, en ocasión para pedir perdón 5
y recibirlo y de demostrar amor y obediencia, también forman parte
de la peregrinación de la familia.
1
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2015/documents/papa-francesco_20151227_omelia-santa-famiglia.html
2
A la fecha, los medios de prensa hablan de un auténtico fracaso,
pues las movilizaciones populares que se esperaban, no existen.
3
¿Cuántos hijos tenían José y María? Parece que este “papa”
piensa a lo protestante.
4
Pidiendo Jesús disculpas a sus padres, reconoce que es un pecador,
por lo tanto se niega la divinidad de Jesucristo.
5
Nótese la gran habilidad que posee para negar la divinidad de
Jesucristo. No sabemos de quien habla, si de la Sagrada Familia, la
cual no se menciona en todo el texto, o de las familias a las
cuales se dirige.
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