¿Qué
cambios se dan en el pensamiento cuando alguien ha comprendido a
fondo la dialéctica bergogliana? ¿Qué es lo que subyace en el
subconsciente de las palabras en las homilías bergoglianas? ¿Cómo
aflora su discurso del núcleo central de su pensamiento dialéctico?
Vayamos
a un ejemplo, leyendo parte de la Homilía del Domingo 3 de abril de
2016 1,
ya imbuidos y empastados de esta novedosa dialéctica ideológica,
mezcla Hegel, mezcla yin yang y mezcla del Cambalache de Discepolo.
Es
Bergoglio quien inicia su exordio de este modo:
«Muchos
otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la
vista de los discípulos» (Juan 20,30).
¿Qué
es el Evangelio?
En
primer lugar, como el término de
origen griego lo expresa es un buen (εὐ), anuncio o mensaje
(αγγέλιον).
En
segundo lugar, es una narración de
hechos y doctrinas de Jesucristo.
En
tercer lugar, esta narración se
codificó en cuatro libros, donde cuatro evangelistas exponen de
acuerdo a su visión, un único evangelio.
¿Qué
es el evangelio para el profeta Bergoglio?
1.
Es un libro:
El
Evangelio es el libro..
2.
¿De narraciones y doctrinas? Nada
de esto, nada de ideas abstractas, es el libro...
...de
la misericordia de Dios,...
3.
La Fe para los apóstoles entraba en el alma, por el oído,
es decir, luego de escuchar la Buena
Nueva (Cfr. Mateo 13).
Para Bergoglio, esto no es así, el libro del evangelio es solo...
...para
leer y releer,...
Como
se puede comprobar, el evangelio bergogliano, es a lo
iconoclasta-protestante:
un libro, donde la Fe entra por la lectura y re-lectura
individualista.
4.
Libro de la Pan-Misericordia: Como
no existen ideas abstractas, por ende, no existen doctrinas, el libro
del evangelio solo es acción pura, la acción de la
Pan-Misericordia.
...porque
todo
lo que Jesús ha dicho y hecho es expresión de la misericordia del
Padre.
5.
Libro de acciones misericordiosas: A
partir de este párrafo, el único libro, con carencia absoluta de
doctrinas, pasa a ser sola y pura acción a realizar, futuras
acciones tipo solidarias, como las que hacen las sociedades civiles
de beneficencia.
Sin
embargo, no todo fue escrito; el Evangelio de la misericordia
continúa siendo un libro abierto, donde se siguen escribiendo los
signos de los discípulos de Cristo, gestos concretos de amor, que
son el mejor testimonio de la misericordia.
6.
¿Quién es el evangelista de este novedoso evangelio escrito con
acción pura?
Todos
estamos llamados a ser escritores vivos del Evangelio, portadores de
la Buena Noticia a todo hombre y mujer de hoy.
7.
Libro del evangelio individualista:
En otras palabras, cada uno puede escribir su propio evangelio,
puesto que las doctrinas nada importan y con ausencia absoluta de la
sinergia divina, tal como lo dice abiertamente:
Lo
podemos hacer realizando las obras de misericordia corporales y
espirituales, que son el estilo de vida del cristiano. Por medio de
estos gestos sencillos y fuertes, a veces hasta invisibles, podemos
visitar a los necesitados, llevándoles la ternura y el consuelo de
Dios.
8.
Libro sin proselitismo: Por favor,
no vayan a llevar doctrina, porque esto es proselitismo, como lo
afirmó en reiteradas oportunidades.
9.
Libro con la morbosa obsesión de la autorreferencia:
Sin
embargo, en el relato que hemos escuchado surge un contraste
evidente: está el miedo de los discípulos que cierran las puertas
de la casa; por otro lado, la misión de parte de Jesús, que los
envía al mundo a llevar el anuncio del perdón.
Este
contraste puede manifestarse también en nosotros, una lucha interior
entre el corazón cerrado y la llamada del amor a abrir las puertas
cerradas y a salir de nosotros mismos. Cristo, que por amor entró a
través de las puertas cerradas del pecado, de la muerte y del
infierno, desea entrar también en cada uno para abrir de par en par
las puertas cerradas del corazón. Él, que con la resurrección
venció el miedo y el temor que nos aprisiona, quiere abrir nuestras
puertas cerradas y enviarnos.
10.
Libro de la unicidad en la forma evangélica de caminar:
Este único libro no presenta muchas formas de actuarse, sino una
sola:
El
camino que el Maestro resucitado nos indica es
de una sola vía, va
en una única dirección:
salir de nosotros mismos, salir para dar testimonio de la fuerza
sanadora del amor que nos ha conquistado.
A
partir de este párrafo, la morbosa autorreferencia, pasa a ser el
único camino evangélico, el único universo de un catolicismo, ya
metamorfoseado en sincretismo masónico, tal como lo remarca, una
vía, una única dirección. ¿Para
qué meditar sobre los Santos Padres? Todo está aquí: salir de uno
mismo, como si nuestra persona fuese un demonio que necesita ser
expulsado hacia el exterior. Su dialéctica ignora cualquier viaje
hacia el interior de la persona que enriquece y potencia la acción
posterior. Así es Bergoglio, una oquedad pragmática volcada hacia
un exterior sin mensajes ni anuncios, ni doctrinas.
11.
Libro con la sombra de la depravación
total de la naturaleza
humana, de acuerdo al concepto de
los iconoclastas protestantes, no puede estar ausente, es el
escenario de todos sus discursos:
Vemos
ante nosotros una humanidad continuamente herida y temerosa, que
tiene las cicatrices del dolor y de la incertidumbre. Ante el sufrido
grito de misericordia y de paz, escuchamos hoy la invitación
esperanzadora que Jesús dirige a cada uno de nosotros: «Como el
Padre me ha enviado, así también os envío yo» (v. 21).
12.
Libro de la Misericordia que sobretodo es político-socialista:
Toda
enfermedad puede encontrar en la misericordia de Dios una ayuda
eficaz. De hecho, su misericordia no se queda lejos: desea salir al
encuentro de todas las pobrezas y liberar de tantas formas de
esclavitud que afligen a nuestro mundo. Quiere llegar a las heridas
de cada uno, para curarlas.
13.
Libro de la estúpida y hueca simplificación del catolicismo:
Ser
apóstoles de misericordia significa tocar y acariciar sus llagas,
presentes también hoy en el cuerpo y en el alma de muchos hermanos y
hermanas suyos. Al curar estas heridas, confesamos a Jesús, lo
hacemos presente y vivo; permitimos a otros que toquen su
misericordia y que lo reconozcan como «Señor y Dios» (cf. v. 28),
como hizo el apóstol Tomás.
Conozco
muchos médicos y enfermeras que todos los días tocan
y acarician llagas, pero son ateos.
Si esta acción no está supeditada a una doctrina, no tienen ningún
sentido, pues es la Fe que nos empuja a ello.
14.
Por último, en este libro del evangelio el final de San Mateo ha
mutado radicalmente (Cfr. 28,19 y
20):
Esta
es la misión que se nos confía.
1
JUBILEO DE LA DIVINA MISERICORDIA. Plaza de San Pedro. Domingo 3 de
abril de 2016.
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