Calesita

Ofrecer las Obras del Día a Dios

Afirma San Pablo en sus Epístolas:
Y todo cuanto hacéis de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El. 1
Ya comáis, ya bebáis o ya hagáis alguna cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. 2
MOTIVO DE LA ENSEÑANZA. – La razón de esta enseñanza es clara y podemos explicarla en base a estas meditaciones:
1. El cristiano no actúa en soledad. – Es lo que llamamos, la sinergia, es decir, actuar con. Las acciones, es decir las procesiones del cristiano no son individuales, sino conjuntas con el Espíritu de Dios.
2. La Iglesia no actúa de por sí. – Todo organismo o institución, actúa por la acción de los hombres, en la fuerza que les da dicha unidad. A esta fuerza de unidad de los hombres unidos, en la Iglesia se le suma la acción del Espíritu Santo; es lo que hemos llamado sinergia.
3. Quien actúa es Jesucristo mismo. – Siendo la Iglesia un cuerpo místico, toda procesión realizada, se debe hacer en el nombre de Jesucristo, quien es su cabeza; y toda finalidad se dirige al Padre.
4. Quien acompaña es María Santísima. – En las enseñanzas de la Madre de la Humanidad, radica la convicción, que todo lo que se hace, lo apuntala Ella como cosa propia. Esta es la fuerza de la que carecen los antimarianos, que es el resultado de una de las tantas emanaciones protestantes.
5. Acción de Gracias manifiesta. – Agradecer al Padre por Jesucristo, el hecho de poder realizar estas procesiones en sinergia con el Espíritu de Dios, es lo que intentamos cada día.
6. Ofrecimiento mediante textos de la Sagrada Escritura. – En el ofrecimiento diario, no pueden faltar textos de la Sagrada Escritura, que nos ayuden en nuestras intenciones y que sean nuestras oraciones.
7. El tiempo litúrgico. – Por último, todo esto debe estar implícito en el tiempo litúrgico que vivimos: Adviento, Navidad, Epifanía, Cuaresma y Pentecostés. Decimos, que esto le es implícito, pues en estos tiempos se desarrolla un misterio, y este misterio no puede estar ausente de la oración y de las obras.
Aquí nos planteamos, ¿cómo se hace esto? Por lógica, en el tiempo se desarrolló un modo de llevar adelante lo que San Pablo transmite. Es lo considerado viejo y caduco por esta generación antropológica y falta de fe. Cuando operamos, no nos acompaña la ciencia y la técnica, ellas nada pueden hacer ante la presencia de Dios, el único acompañamiento válido y efectivo, es el que brinda quien obedece la voluntad del Padre.
Esto nos lleva a entender, que por las mañanas, antes de iniciar las actividades del día, se debe meditar en los siete puntos expuestos, pues caso contrario, comenzaremos a actuar como lo hacen los hombres de este mundo y como lo que somos: seres de arcilla, plagados de defectos, como lo es la sociedad pagana que nos rodea, la cual cree que con la ciencia y la técnica ha solucionado todos sus problemas, y tontamente vive inserta en la angustia.
Por tal motivo, desarrollamos este viejo y caduco método de oración, pero siempre tan efectivo, como el mejor, para ofrecer las operaciones diarias a Dios. Lo hacemos con todos lo comentarios explicativos del caso, y lo hacemos en la oración, tanto en lengua vernácula, como en su original latino, no olviden que esto es viejo.
Por último, no puedo dejar de lado, que esto fue descartado de plano, en el Concilio Vaticano II, sin nada que lo reemplace. ¿Torpeza? ¿Necedad? ¿Inspiración divina? ¿Infiltración masónica? Respóndasela ud. mismo, luego de rezar este ofrecimiento de las obras al Padre:

1 Col.3,17.

2 1 Cor. 10,31.


No hay comentarios:

Publicar un comentario