Calesita

Santa Maria, Strela do Dia

El rey de Castilla, Alfonso X, apodado “El Sabio” (1221-1284), asume el reinado después de la muerte de su padre Fernando III “El Santo” y realiza una gran obra cultural, entre otras cosas, dando origen a la prosa castellana. Sin embargo, dentro de la poesía preferirá el lenguaje galaico-portugués, pues advertirá el monarca, que era una lengua más apta para el sonido poético.
Entre las obras que se le atribuyen, figuran las Cantigas de Nuestra Señora; cantos dedicados a la Virgen María.
Aquí comentamos, la Cantiga 100, Santa María Strela do dia. Presentamos el texto, en sus dos traducciones, castellana e inglesa:
Galaico - portugués
Castellano
Santa Maria,
Strela do dia,
mostra-nos via
pera Deus e nos guia.

Ca veer faze-los errados
que perder foran per pecados
entender de que mui culpados
son; mais per ti son perdõados
da ousadia
que lles fazia
fazer folia
mais que non deveria,
Santa Maria…

Amostrar-nos deves carreira
por gãar en toda maneira
a sen par luz e verdadeira
que tu dar-nos podes senlleira;
ca Deus a ti a
outorgaria
e a querria
por ti dar e daria.

Santa Maria…

Guiar ben nos pod' o teu siso
mais ca ren pera Parayso
u Deus ten senpre goy' e riso
pora quen en el creer quiso;
e prazer-m-ia
se te prazia
que foss' a mia
alm' en tal compannia.

Santa Maria…
Santa María,
Estrella del día,
muéstranos la vía
para Dios, y guíanos.

Porque haces ver a los errados
que están perdidos por los pecados,
les haces entender que muy culpables
son; mas por ti son perdonados
de la osadía
que les hacía
hacer locuras
que no deberían.

Santa María,...

Debes mostrarnos el camino
para ganar por todos los medios
la luz sin par y verdadera
que sólo Tú puedes darnos;
porque, a Ti, Dios
te lo concedería
y quería darnos
y por ti nos daría.

Santa María,...

Tu juicio puede guiarnos
más que ninguno, al Paraíso
donde Dios tiene siempre gozo y sonrisa
para quien quiso creer en Él;
y me placería,
si te place,
que fuese mi alma
en tal compañía.

Santa María,...

English
Mary, magnified be,
with Daystar beside thee;
show the way where bide we
true to God and thou our guide be.

For thou art light that lost souls driven
near perdition, e'er with sin ill striven,
know that they with guilt sore riven
stand; but throught thee are forgive
and from their pride free
where they ne'er idly
let passion denied be
bout did all sense defied see.

Blessed Mary…

Thou canst reveal to us wyfaring
paths to tread in grace full sharing
to peerless Light, the trugh declaring,
that thou alone art graced in bearing;
for God would abide thee
and all provide He
but ne'er thee denied see
nor for thee grace e'er belied be.

Blessed Mary…

Wel for us thy wisdom guiding
till in Paradies abiding
where God all joy and mirth providing
waits ever those in him confiding;
then would my joy descried be
shouldst thou but deign provide me
that rest on high beside thee
my soul where doth abide he

Blessed Mary …
Translated from Galician-Portuguese by Kenneth C Ritchie
Las cantigas se hicieron para cantar, y ha llegado hasta nosotros la partitura medieval de su música.
Los códices, son más explícitos y nos ofrecen también unas miniaturas que ilustran el contenido del canto. 1
La música religiosa, no tiene sentido, si no expresa la teología profunda de su letra. Aquí hallamos simpleza en la redacción, pero un gran significado teológico.
En el fondo, hallamos la misma Fe que se canta en lenguajes distintos, a pesar de los ocho siglos que nos separan. Esto es lo que llamamos Tradición.
El título otorgado a Santa María es el de Estrella del Día. En la literatura mística, el lenguaje es insuficiente para expresar los significados, aquí se apela a una metáfora y a una antítesis temporal. Es el día la acción del hombre, en este caso la acción de un rey católico, que combate con las armas para defender no solo su fe, sino la de todo su pueblo. Por supuesto, estos reyes de la península ibérica, no son los de ahora, eran muy distintos. Esta acción real, si bien la cantiga la traslada a todo el fiel que la canta, posee una Estrella. Las estrellas eran la única guía en una época donde la brújula no existía, y marcaban el rumbo que se debía tomar por ese camino, que las naves debían surcar entre las olas impetuosas. El rey conocía esto perfectamente por el bagaje de conocimientos que le otorgó su madre Beatriz de Suabia, y por dichos conocimientos y por su gran actividad cultural se lo llamó, El Sabio.

En la ilustración, el rey se encuentra de rodillas, nada que ver con los reyes ingleses, cuyo protocolo ordenaba al retirarse de su presencia, no darles nunca la espalda y retroceder con la cabeza gacha caminando de espaldas. Este concepto de realeza humana, basado en el catolicismo, hace que el rey sea un penitente, por ello se arrodilla y con sus dos manos señala por un lado a Santa María, quien lo ve con mucha benevolencia, y con la derecha señala a su pueblo del cual es la cabeza; pueblo en definitiva pecador, pues quien dice que no ha pecado, hace a Jesucristo un mentiroso (1 Juan 1,10). El rey penitente, cabeza de un pueblo pecador, intercede ante Nuestra Señora. Es lo que nos indican los versos de la primera estrofa:
Porque haces ver a los errados
que están perdidos por los pecados,
les haces entender que muy culpables
son; mas por ti son perdonados
de la osadía
que les hacía
hacer locuras
que no deberían.
Ella intercede, para indicarnos:
1. Que vamos por un camino equivocado;
2. Que los pecados nos pierden en la muerte espiritual, la más temida de todas.
3. Logra que reconozcamos nuestros pecados, es decir, logra darnos algo de su humildad.
    1. Por ti son perdonados. No es que Ella los perdone, sino que por el concurso de los puntos anteriores, logra que el pecador obtenga el perdón.
Aquí debemos hacer un paréntesis, pues vivimos en la obtusa modernidad, tan obtusa que el pensamiento se ha hecho un recurso imposible de usar. Existen algunos que confunden promesa con redención. Nuestra Señora no hace una nueva redención, la redención es única, Ella tan solo puede hacer promesas, y las hace puesto que es la Madre que engendra la Nueva Humanidad, esa Humanidad de la cual ya formamos parte. Promesas hay muchas, desde la del protoevangelio, hasta las promesas hechas a Abrahán. ¿Quién sería el insensato que afirme que las promesas hechas a los patriarcas, eran una primera redención? Del mismo modo, las promesas hechas por la Madre de la Humanidad, no pueden ser tomadas como redención. Sin embargo, entendemos lo que les pasa a ciertas personas; rechazar las promesas marianas, en definitiva no obstaculiza la redención; pero revela ese espíritu antimariano que tiene su fuente en el manantial de los iconoclastas protestantes.
¿Cómo se hace esta nueva generación de la Humanidad? Del mismo modo que lo dice la Cantiga, Strella do dia. De este modo llegamos a la segunda ilustración, el rey pide que Nuestra Señora sea nuestra guía, en el camino de esta vida, tal como cantan los versos:
...muéstranos la vía
para Dios, y guíanos.

Esto nos lleva al tema de la segunda estrofa:
Debes mostrarnos el camino
para ganar por todos los medios
la luz sin par y verdadera
que sólo Tú puedes darnos;
porque, a Ti, Dios
te lo concedería
y quería darnos
y por ti nos daría.
Lo que se pide, es la Gracia para seguir el Camino. Nadie puede seguir el Camino de Dios, si no lo ayuda la Gracia, Gracia por la cual, de pecadores pasamos a ser divinizados. Ella, Mater Gratiæ, intercede ante su Hijo, y la fe del rey es tan grande, que sabe positivamente, que si la pide Santa María, tal Gracia no sería negada por Dios Padre. No se pide abandonar la lucha, pues los primeros versos hablan de ganar por todos los medios, y lo que se busca ganar, es la divinización, presentada en estos versos:
...la luz sin par y verdadera
que sólo Tú puedes darnos;
La luz sin par y verdadera, es la divinización, pues en esto consiste, como dice San Juan, el teólogo: Dios es luz y en El no hay tiniebla alguna. 2 Participar de la Luz, es participar de Dios Padre. El hecho que sólo Tú puedes darnos, habla de la Mater Gratiæ, o Mediadora de todas las Gracias.
Para confirmar lo que venimos diciendo, en la tercera ilustración, Nuestra Señora les muestra el Camino:

Esta ilustración está cargada de simbolismos. Los pecadores se inclinan ante Ella, quien con una mano les habla de la Santa Trinidad, pues eso indican los tres dedos de la mano derecha, y con la izquierda señala la meta del Camino. Sobre todos ellos, envuelto en una nube celestial, se encuentra una figura vestida de Luz, es Jesucristo en la Gloria del Padre. Con su mano derecha muestra los tres dedos unidos para indicar la Trinidad de Personas en la unidad de la naturaleza divina, y con los dos dedos restantes, señala que su única Hipóstasis, posee dos naturalezas: la divina, por ser engendrado por el Dios Padre, y la humana, al ser engendrado por la Virgen María.
En su mano izquierda sostiene el mundo, del cual es Rey, por el α (alfa) de la creación, por la redención y por la ω (omega) de su fin. El rey acepta con su Fe, lo que Nuestra Señora le ha enseñado, así llegamos a la cuarta ilustración:

El acto de Fe real, queda avalado al reiterar con las manos, los mismos gestos que Nuestra Señora le hiciera en la ilustración anterior.
Las quinta ilustración del Códice, es la que pusimos en la portada del artículo, la podríamos considerar como una ilustración de síntesis: el rey está en la misma actitud del primer diseño, pero delante de él se halla sentada la Virgen María con su pequeño Hijo, rodeada de los coros celestiales. De este modo, llegamos a la ilustración final:

Todo parece indicar, que los cantores han llegado a la luz sin par y verdadera, pues cada uno posee su propia aureola de Luz, y continúan cantando. Delante están sentados los instrumentistas y detrás el coro. Palmeras cargadas de frutos están sobre sus cabezas, y sobre ellos llueven las flores.
El diseñador, ha reunido en seis imágenes, toda una concepción de Fe, la cual compartimos a pesar de los siglos transcurridos, pues la técnica del hombre de este mundo puede evolucionar, pero la fe, siempre es la misma.

1MS T.I. 1 - Códice Rico.

21 Juan 1,5.

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