Calesita

miércoles, 17 de abril de 2024

¿Paco Iº, es peronista?

por Tony Velázquez Ruiz

En el blog donde te reciben con una botella, cuyo sobrenombre en el idioma preferido del título, podría ser “Of the Bottle”, apareció una nota de un tal “Demóstenes”, que señala a “su Papa”, el Paco Iº, como un peronista.

En su oratoria, altamente teórica, desarrolla tres tesis para demostrar que el accionar de Palco Iº, el Grande, al que estos sectores tributan honor Papal, posee camiseta peronista.

El buen “Demóstenes”, no parece gozar de gran elocuencia, puesto que la misma no logró convencerme del todo.

Yendo de mayor a menor, se olvida el “Demóstenes” de los Cuatro Principios Básicos desarrollados por su Papa, Paco Iº, en una Conferencia de apertura durante la XIII Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social, desarrollada en Buenos Aires, cuando era cardenal en 2010. Allí expuso sus cuatro principios dialécticos, a saber:

1. El tiempo es superior al espacio.

2. La unidad es superior al conflicto.

3. La realidad es superior a la idea.

4. El todo es superior a la parte.

No entiendo como se puede redactar un artículo sin hacer referencia a la base de su dialéctica.

Indagando cosas menores, Paco Iº siempre dijo que no era peronista. Por supuesto, nadie le creyó, como tampoco le creo yo.

Paco Iº es un dialéctico. Para él, el peronismo fue una realidad que debió manipular a su favor. Del mismo modo la Iglesia de Jesucristo, es otra de las tantas realidades que afrontó y manipuló a su favor con notable éxito. Tan bien le fue, que algunos inocentes dicen que es una mala persona y luego lo llaman “Santo Padre”. Francamente, no sé que puede tener de “santo”.

De las tres tesis del tal “Demóstenes”, solo la primera está bien desarrollada, dado que “su Papa”, autotildado Paco Iº, es amante irrenunciable del poder individual, algo que asimiló muy bien dentro del jesuitismo y sobre todo, de la mano de Arrupe, el cual le dio todo el poder dentro de los jesuitas, cuando aún Bergoglio era un “pendejo” mental.

La segunda tesis, “Incomodidad con la excelencia”, no es mas que la consecuencia del monumental desorden mental de Paco Iº. Un demonio no es capaz de orden ni de disciplina, pues va contra su forma de ser.

La tercera tesis, “Prioridad de la táctica sobre la estrategia”, es otra consecuencia de su dialéctica, y no la causa de su accionar peronista. Algo que la elocuencia de Demóstenes logra ver, pero que reduce al peronismo y no destaca que forma parte de la totalidad de su dialéctica global.

¿Es Paco Iº peronista? En realidad es un energúmeno, y lo digo en el segundo sentido que le otorga el diccionario de la R.A.E.


 

domingo, 31 de marzo de 2024

Aurora lucis rutilat

Una composición poética de cuarenta y cuatro versos sobre pascua se atribuye a San Ambrosio (340-397), siendo alterados por el Papa Urbano VIII (1568-1644), quien además de modificar los versos, los distribuye en tres himnos. Uno de ellos, para Laudes de Pascua, es Aurora cælum purpurat.
En Migne figuran las dos versiones. 1
Este himno es un canto místico al misterio pascual.
Primera estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Aurora lucis rutilat,
Cælum laudibus intonat,
Mundus exsultans jubilat,
Gemens infernus ululat:
Aurora cælum purpurat,
Æther resultat laudibus,
Mundus triúmphans jubilat,
Horrens avernus infremit:
Se hace referencia a la Resurrección de Jesucristo, la cual se produce en la Aurora, una aurora que para el Antiguo texto monacal se pone color de oro (rutilat), pero en la reforma del renacimiento barroco, se da dentro de un cielo púrpura. Como la llamaba el poeta Homero, la Aurora de rosados dedos (ῥοδοδάκτυλος Ἠώς). Es el Sol Oriens de navidad que se hace real en Pascua, Sol que ya brilla, y lo ve quien quiere verlo, pues para la Fe se requiere la voluntad.
Ha concluido la noche de la Humanidad, ha surgido la Luz de un nuevo amanecer, de un nuevo día, de una nueva era, de un novedoso eón. El mundo antiguo, ha muerto.
El Sol naciente empieza a brillar dentro de un mundo sumergido en tinieblas. Color púrpura, pues el día pleno no ha llegado, solo que se hará pleno por medio de la púrpura del sufrimiento.
Como lo dice el segundo verso, el cielo produce su propio sonido y entona sus alabanzas (Cælum laudibus intonat). Por su parte, los reformadores oyen estas alabanzas en el aire (æther resultat laudibus).
Aparece todo un mundo oculto que exultante se alegra (Mundus exsultans jubilat), porque se siente vencedor en el triunfo (mundus triúmphans jubilat). Es la Humanidad que sale triunfante del Hades, pues este llora y grita (gemens infernus ululat), más aún, este horrible Averno brama (horrens avernus infremit).
Segunda estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Cum Rex ille fortissimus,
Mortis confractis viribus,
Pede conculcans tartara,
Solvit a pœna miseros.
Rex ille dum fortissimus
De mortis inferno specu
Patrum senatum liberum
Educit ad vitæ jubar.
Como una mística épica, el Rey potente, Jesucristo, quiebra la muerte para los varones (mortis confractis viribus), aplasta el tártaro con el pie (pede conculcans tartara) y desata a los miserables de sus penas (solvit a pœna miseros).
Para los reformadores el Rey fuerte, libera a los Padres antiguos (patrum senatum liberum) sacándolos de la cavernosa muerte del Averno (de mortis inferno specu) y llevándolos a la alegría de la vida (educit ad vitæ jubar).
Tercera estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Ille qui clausus lapide
Custoditur sub milite,
Triumphans pompa nobili,
Victor surgit de funere.
Cujus sepulcrum plurimo
Custode signabat lapis,
Victor triumphat, et suo
Mortem sepulcro funerat
La estrofa trabaja con la antítesis.
Aquel que estaba preso con una piedra (Ille qui clausus lapide) y vigilado por soldados (custoditur sub milite), surge vencedor del sepulcro (Victor surgit de funere), triunfante con la noble pompa (triumphans pompa nobili)
Por otra parte para los reformadores, el sepulcro (cujus sepulcrum) estaba sellado con una piedra, y con numerosos guardias (plurimo custode signabat lapis); pero el Vencedor triunfó (Victor triumphat) y sepultó a la muerte sellando ese mismo sepulcro (et suo Mortem sepúlcro funerat).
Cuarta estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Solutis jam gemitibus,
Et inferni doloribus,
Quia surrexit Dominus,
Resplendens clamat Angelus.
Sat funeri, sat lacrimis,
Sat est datum doloribus:
Surrexit exstinctor necis,
Clamat coruscans Angelus.
Esta estrofa es una consecuencia de esta aurora púrpura, y de esta épica teológica.
Ya está libre el infierno de gemidos y dolores (solutis jam gemitibus, et inferni doloribus), porque el Señor resucitó (quia surrexit Dominus) y el Ángel resplandeciente lo anuncia (resplendens clamat Angelus)
Basta ya de lamentos fúnebres (sat funeri), basta ya de elegías, (sat est datum doloribus) basta ya de lágrimas (sat lacrimis). Un Ángel radiante (coruscans Angelus), el mismo que se encontraba en el sepulcro, anuncia (clamat) que resucitó quien suprimió la muerte (surrexit exstinctor necis).
Quinta estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Quæsumus, Auctor omnium,
In hoc paschali gaudio,
Ab omni mortis impetu
Tuum defende populum.
Ut sis perénne mentibus
Paschale Jesu gaudium,
A morte dira criminum
Vitæ renatos libera.
Esta estrofa abandona la meditación de la resurrección, y se centra en el alma, por ello se pide al Autor de todas las cosas (quæsumus, Auctor omnium) que en esta alegría pascual (in hoc paschali gaudio) defienda a su pueblo (tuum defende populum) de toda la violencia de la muerte (ab omni mortis impetu).
Que sea eterna la memoria (ut sis perenne mentibus) del gozo pascual de Jesucristo (paschále Jesu gáudium), misterio este, donde hemos renacido libres a otra vida (vitæ renatos libera), saliendo de la feroz muerte del pecado (a morte dira criminum).
Sexta estrofa
Antiguo texto monacal
Reforma de Urbano VIII
Gloria tibi Domine,
Qui surrexisti a mortuis,
Cum Patre et Sancto Spiritu,
In sempiterna sæcula.
Amen.
Deo Patri sit glória,
Et Fílio, qui a mórtuis
Surrexit, ac Paráclito,
In sempitérna sæcula.
Amen.
La última estrofa es la doxología propia de cada himno, adaptada en este caso a la resurrección.
A continuación, dejamos el himno cantado por los monjes de la Abadía de Barroux. cuyas horas pueden seguirse desde este enlace. Como es costumbre, la liturgia de las horas monacales, sigue el texto latino anterior a la reforma barroca.

viernes, 29 de marzo de 2024

Improperia

En la liturgia del Viernes Santo, durante la adoración de la cruz, se hacen los improperios. Estamos hablando de la liturgia tradicional de occidente, antes que llegara el “Atila” Bugnini y la demoliera: pues había que aniquilar del rito latino, “las costras del pasado”.
Hoy, ante un falso papado, como el de Bergoglio, los improperios cobran actualidad; pues afirma Bergoglio que como reza un puñado de salmos en Maitines y Laudes, es judío. No es de extrañar esta afirmación, pues para su dialéctica las acciones generan las esencias: ergo, el rezar dos pares de salmos, lo hizo un judío nato y de raza pura.
Como muchos cantan 150 salmos por semana, algunos más que él, afirmo que esta acción nunca los hizo judíos, y por tal motivo presento los improperios o reproches que Jesucristo hace a los judíos conscientes de lo que hicieron, esos mismos que tal vez se sentaron a la mesa a comer “casher” con Bergoglio.
Son los improperia una de las redacciones más bellas del rito latino, pero de ese latín que se sentía unido a la lengua universal, que en su momento era el griego de la koiné. Por ello, la parte tocante al público, se canta en dos idiomas, tanto en latín como en griego. Esto señala la antigüedad de la composición, pues Roma era bilingüe por aquellos años. Un pedagogo romano, enseñaba tanto latín como griego. Por otra parte el griego era también para los extranjeros que llegaban a Roma, pues era la lengua cultural de occidente, de allí que se conservó en el rito latino. La pronunciación griega, está en letras latinas y conserva la pronunciación original, no la del actual griego moderno. Lógicamente, cuando llegó el “Atila” Bugnini, dejó de crecer el pasto bajo los cascos de su caballo, y si pulverizó el latín, imaginen que hizo con el griego. 
Los modernos buscan socavar todo vestigio de autenticidad basada en la Tradición, de allí que intentan desesperadamente ubicar los improperios varios siglos más tarde (s. IX); pero el texto griego, unido al latino, los desconcierta, puesto que es lapidario para estos ciegos de la modernidad; y no quieren reconocer, que el texto adquiere su contexto en los primeros siglos de nuestra era. 
Su redacción se toma de los profetas Miqueas, Jeremías e Isaías; pues la oración se montaba de la Sagrada Escritura, no era invención pura, como algunos acostumbran hacer hoy, y luego de inventar nos cacarean de la Biblia. 
Su canto se alterna entre dos cantores y dos coros y su composición se basa en el profundo contraste entre la misericordia divina por un lado y la dureza del corazón por parte del hombre.
Aquí está la actualidad. El judío Bergoglio instauró una era de la misericordia, pero el corazón del hombre sigue estando cerrado. Por otro lado, ¿por qué debe abrirse el corazón del pecador, cuando la Iglesia se hace más complaciente con el pecado, mostrándose llena de pecadores? He aquí la paradoja del judío Bergoglio.
Latín o Griego
Traducción
Dos cantores del Coro 1. Popule meus, quid feci tibi? aut in quo contristavi te? Responde mihi.
Quia eduxi te de terra Aegypti, parasti crucem Salvatori tuo.
Pueblo mío, ¿qué te hice? O en ¿qué te contristé? Respóndeme.
Porque te saqué de la tierra de Egipto,preparaste una cruz a tu Salvador.
Coro 1. Ἅγιος ὁ Θεός.
[Agios o Theos.]
Coro 2. Sanctus Deus.
Coro 1. Ἅγιος ἰσχυρός.
[Agios ischyros.]
Coro 2. Sanctus fortis.
Coro 1. Ἅγιος ἀθάνατος,
[ Agios athánatos.]
Coro 2. Sanctus immortalis,
Coro 1. ἐλέησον ἡμᾶς.
[eléison imas.]
Coro 2. miserere nobis.
Santo Dios.


Santo fuerte.




Santo Inmortal


Ten misericordia de nosotros.
Dos cantores del coro 2. Quia eduxi te per desertum quadraginta annis, et manna cibavi te, et introduxi te in terram satis bonam: parasti Crucem Salvatori tuo.
Coro 1. Ἅγιος ὁ Θεός. (Se repite)
Porque te conduje cuarenta años por el desierto, y te alimenté con el maná y te llevé a una tierra deliciosa, tú preparaste una cruz a tu Salvador.
Dos cantores del Coro 1. Quid ultra debui facere tibi, et non feci? Ego quidem plantavi te vineam meam speciosissimam: et tu facta es mihi nimis amara: aceto namque sitim meam potasti: et lancea perforasti latus Salvatori tuo.
Coro 1. Ἅγιος ὁ Θεός. (Se repite)
¿Qué más debía hacer por ti que no lo haya hecho? Yo te planté como viña muy hermosa y tú te has hecho muy amarga para mí; pues apagaste mi sed con vinagre y abriste con una lanza el costado de tu Salvador.
Dos cantores del Coro 2. Ego propter te flagellavi Aegyptum cum primogenitus suis: et tu me flagellatum tradidisti.
Yo por tu amor azoté el Egipto y a sus primogénitos, y tú después de azotarme, me entregaste.
Coro. Popule meus, quid feci tibi? aut in quo contristavi te? Responde mihi.
Pueblo mío, ¿qué te hice? O en ¿qué te contristé? Respóndeme.
Dos cantores del Coro 1. Ego eduxi te de Aegypto, demerso Pharaone in Mare Rubrum: et tu me tradidisti principibus sacerdotum.
Coro 1. Ἅγιος ὁ Θεός. (Se repite)
Yo te saqué de Egipto, sumergiendo al Faraón en el Mar Rojo; y tú me entregaste a los príncipes de los sacerdotes.
Santo Dios...
Dos cantores del Coro 2. Ego ante te aperui mare: et tu aperuisti lancea latus meum.
Yo te abrí el mar: y tú con una lanza abriste mi costado.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Dos cantores del Coro 1. Ego ante te praeivi in columna nubis: et tu me duxisti ad praetorium Pilati.
Yo te precedía en una columna de nube; y tú me llevaste al pretorio de Pilatos.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Dos cantores del Coro 1. Ego te pavi manna per desertum: et tu me cecidisti alapis et flagellis.
Yo te alimenté con el maná por el desierto; y tú me hartaste de bofetadas y azotes.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Coro 1. Ego te potavi aqua salutis de petra: et tu me potasti felle, et aceto.
Yo te dí para beber el agua saludable de la peña; y tú me diste a beber hiel y vinagre.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Dos cantores del Coro 2. Ego propter te Chananaeorum reges percussi: et tu percussisti arundine caput meum.
Yo por tu amor golpeé a los reyes cananeos y tú con una vara golpeaste mi cabeza.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Dos cantores del Coro 1. Ego dedi tibi sceptrum regale: et tu dedisti capiti meo spineam coronam.
Yo te di un cetro real y tú pusiste en mi cabeza una corona de espinas.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Dos cantores del Coro 2. Ego te exaltavi magna virtute: et tu me suspendisti in patibulo Crucis.
Yo te exalté por mi gran poder; y tú me suspendiste en una cruz.
Coro. Popule meus, ...et reliqua.
Pueblo mío, etc.
Canto de los Improperia en Música Gregoriana:



miércoles, 13 de marzo de 2024

El Principio o Arjé

A partir de la fecha, se encuentra disponible el último libro del editor de este blog. Se puede adquirir por Amazon en tapa blanda, o en la versión electrónica por Kindle. 

Tomamos aquí el arjé cοmo principio, el cual sería "aquello de lo cual derivan todas las demás cosas". "Principio" sería, pues básicamente, el "principio de realidad".

Los griegos también lo emplearon con el significado de fundamento. El término cosmos (κοσμὸς) en griego significa orden, por lo tanto cuando se habla de cosmogonía, se habla de cómo se generó un orden. Este orden no solo es natural. En las religiones politeístas de la antigüedad implicaba llegar a un determinado orden divino, por ello surge el término teogonía. De lo divino se pasa al orden de los elementos naturales que muestran el escenario del mundo, y por último se llega al orden humano, con un orden social, que está de la mano junto al orden divino. Los tres órdenes van juntos, de allí que cambiar abruptamente una cosmogonía, implica cambiar todo el orden existente.

Hoy el orden se ha invertido. Los científicos buscan inducir el orden natural para ver el orden del hombre, y por último, si es que hay algún lugar, el papel que juega Dios en todo esto, si es que no está muerto.

Tal como lo explicamos, el primer acto de toda cosmogonía, es el acto inicial, titulado arjé, el cual puede narrarse míticamente, filosóficamente o insertando ambas concepciones. Existe una tercera forma, que consiste en la Revelación, tal como la emplea el libro del Génesis y como la empleó Parménides, cerrando con el magistral preámbulo del Evangelio de San Juan.

El hombre siempre se preguntó sobre el arjé. Pues el Inicio es un Principio, desde el cual se muestra una relación, entre lo divino y lo humano quien se halla dentro de su propio escenario, el cosmos que lo rodea.

Cualquiera que desee subirse al carro de Parménides, o al celestial de Elías, notará en la loca carrera de sus alados caballos, como ha evolucionado la idea del arjé, algo que intentamos pintar en estas breves páginas. Soy consciente que este no es una descripción profunda sino mas bien somera, por la cual se intenta demostrar, que el dueño de la Historia es Dios mismo.

La Providencia divina, no solo eligió al pueblo hebreo para preparar la venida del Logos encarnado, sino que lo mismo hizo con los pueblos vecinos. Se reveló a los judíos y preparó a los gentiles. Tal como afirmaba San Justino, el mártir, para quien existía un Logos spermaticós (λόγος σπερματικὸς) dentro del pensamiento griego.

En el siglo VI a. C. se produce la preparación más intensa para la llegada de este Logos encarnado. Los judíos regresan de Babilonia y los griegos tienen un amanecer tanto religioso como racional, llegando hasta lo místico. El Logos Encarnado, se desarrolló dentro del logos spermatikós y esta unidad fue imbatible ante todas las civilizaciones y culturas existentes. Y si fue imbatible en el pasado, lo será en el futuro. Digan lo que digan los necios de la inculturación, cuya catecismo nació dentro de las logias masónicas. ¿Qué me vienen a hablar ahora de aculturación? La inculturación existió siempre y fue llamada por los cristianos, vivir con los criterios del “mundo”.

Con la aparición de la Verdad en el Verbo Encarnado, se demostró que todos cayeron en la idolatría, tanto griegos como judíos, y cierta cábala, es el icono tácito de lo que afirmamos. Como asimismo cayeron en el panteísmo y la idolatría los mismos prelados de la Pachamama. Todavía me parece escuchar las carcajadas de los cuánticos al verlos inclinarse en los jardines vaticanos ante los ídolos de la prehistoria. ¿Este es el mensaje que prepararon para llevar a los cuánticos y astrónomos?

Por último, el catolicismo ha sido la institución de la Sabiduría. Hoy vemos los patanes que a esta institución apolínea, le quieren adosar lo dionisíaco, pues ellos si no adoran a Dionisios, no pueden vivir, y no pueden subsistir, porque son los infiltrados de las logias.


lunes, 19 de febrero de 2024

Audi benigne Conditor


Este himno se atribuye al Papa San Gregorio Magno (540-604) y su empleo se inicia en dicha época. Se usa en las Vísperas desde el primer domingo de Cuaresma hasta el viernes anterior al Domingo de Pasión, tanto en domingo como días feriales.
Texto original
Modificaciones de Urbano VIII en 1632
Audi, benigne Conditor,
Nostras preces cum fletibus
In hoc sacro jejunio
Fusas quadragenario.

Scrutator alme cordium,
Infirma tu scis virium;
Ad te reversis exhibe
Remissionis gratiam.

Multum quidem peccavimus:
Sed parce confitentibus;
Ad nominis laudem tui
(Ad laudem tui nominis ) *
Confer medelam languidis.



Sic corpus extra conteri
Dona per abstinentiam,
Jejunet ut mens sobria
A labe prorsus criminum.
Concede nostrum conteri
corpus per abstinentiam
culpae ut relinquant pabulum
ieiuna corda criminum.
Præsta, beata Trinitas,
Concede, simplex Unitas,
Ut fructuosa sint tuis
Jejuniorum munera. Amen

* Según la versión monástica.
Comentario del Himno
Primera estrofa:
Audi, benigne Conditor,
Nostras preces cum fletibus
In hoc sacro jejunio
Fusas quadragenario.
Oye, bondadoso Creador:
nuestras súplicas con llanto
que en este sacro ayuno
derramamos en cuaresma.
La cuaresma se dirige al Dios Padre Creador y se realiza hasta aquí con tres elementos: el llanto del arrepentimiento, con las súplicas de nuestras oraciones y un riguroso ayuno. Por supuesto esto para la cuaresma neomoderna no encaja, dado que prácticamente no se ayuna y mucho menos se llora.
Segunda estrofa:
Scrutator alme cordium,
Infirma tu scis virium;
Ad te reversis exhibe
Remissionis gratiam.
Venerable examinador de corazones
que conoces las flaquezas de los fuertes
nos dirigimos para suplicarte
la gracia de la indulgencia.
La cuaresma es una súplica que solicita Gracia de indulgencia al Señor, que conoce absolutamente todo. Como decía San Buenaventura, mejor me vería yo en Dios, que en mí mismo 1.
Tercera estrofa:
Multum quidem peccavimus:
Sed parce confitentibus;
Ad nominis laudem tui
Confer medelam languidis.
Mucho en verdad pecamos,
pero al fin lo confesamos,
por tu excelso nombre,
trae la medicina para los débiles.
La tercera estrofa expone el primer paso del arrepentimiento, el cual consiste en confesar o reconocer el mal realizado. Como consecuencia de este reconocimiento se pide la curación de esta herida del alma, producida por la debilidad de la humana naturaleza.
Existe en el tercer verso una variante dentro de los textos monacales, sin modificar el significado en absoluto, tan solo ordena el hipérbaton poético del original.
Cuarta estrofa:
Dice el original:
Sic corpus extra conteri
Dona per abstinentiam,
Jejunet ut mens sobria
A labe prorsus criminum.
Así dominaremos por fuera el cuerpo
por la gracia de la abstinencia
ayunando para una mente sobria
de la total mancha de los pecados.
Por su parte la versión reformada de Urbano VIII dice:
Concede nostrum conteri
corpus per abstinentiam
culpae ut relinquant pabulum
ieiuna corda criminum.
Concede controlar nuestro
cuerpo por la abstinencia
y dejando el sustento de la culpa
los corazones ayunen el pecado.
Las reformas no comenzaron con el masón Bugnini, sino que tienen larga data. La era del así llamado “renacimiento” fue una de ellas. Tan solo baste recordar la reforma del calendario juliano, suplantado por el calendario gregoriano, que sumió el año 1582 y los años siguientes en una confusión generalizada. Todavía en la actualidad, muchos siguen usando el calendario juliano. Sucede que tanto Bugnini como Pablo VI, sabían poco o nada de reformas, y de las consecuencias que estas traen inevitablemente. Fue la ingenuidad de esos años, donde se pensaba por comodidad, que solo era cuestión de obedecer.
Como lógica consecuencia, hoy fuera de los monasterios se emplean los himnos reformados por este supuesto “renacimiento” al que no escapó la sociedad, y dentro de ella, la iglesia occidental; y como es el caso de los monjes, tenemos por oposición los himnos anteriores a esta reforma.
Como se puede ver, ambas estrofas afirman el mismo tema. El ayuno es un ejercicio para controlar el cuerpo y dar camino libre al alma. Muy bien lo enseñaba San Pablo en su carta a los Romanos (7,21-24):
Por consiguiente, tengo en mí esta ley, que, queriendo hacer el bien, es el mal el que se me apega; porque me deleito en la Ley de Dios, según el hombre interior; pero siento otra ley en mis miembros, que lucha contra la ley de mi razón y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?.
Quinta estrofa:
Præsta, beata Trinitas,
Concede, simplex Unitas,
Ut fructuosa sint tuis
Jejuniorum munera.
Amen.
Atiende, Santa Trinidad
concédenos, simple Unidad
que te sean fructuosos
las ofrendas de los ayunos.
Amen.
La última estrofa siempre es una doxología, dirigida a la Santa Trinidad, cuya unidad no es complicada al estilo de los humanos, sino absolutamente simple. Esta es la diferencia entre el ser infinito y los seres finitos. A dicha Trinidad se ofrecen las ofrendas de los ayunos.
Si lo que se va a hacer, es el ayuno de la iglesia de Bugnini y Pablo VI, consistente en dos días, personalmente cambiaría la quinta estrofa, pues puede tomarse como una afrenta a la Trinidad. Así leemos en una traducción de texto reformado en la era Bugnini esta doxología:
Oh Trinidad Santísima concédenos
oh simplísima Unidad, otórganos
que los efectos de la penitencia
de estos días nos sean provechosos.
Como se observa, no tienen coraje para hablar de “ayunos” y lo reemplazaron por la vaga “penitencia”.
Más curiosa es esta otra traducción:
A ti, Dios, santa Trinidad suprema,
todo ser te alabe, Dios bendito,
y a quienes salvas por la cruz gloriosa
acompaña y dirige por los siglos.
Realmente, los neomodernos no tienen vergüenza.
Los monjes del Monasterio de Santa Magdalena en Barroux, quienes siguen el Rito Romano antiquor con toda su belleza, hoy destruida por los neomodernos, cantan este himno.
https://www.barroux.org/en/liturgie/listen-to-our-offices.html

El texto se toma del Antifonale Monasticum de 1934.


1 Hexaemeron, coll. 12, t. v, 385 ss.